Las lesiones, una tara constante para la SD Huesca

Empezando por molestias propias de una actividad física continuada como la que realizan los futbolistas y llegando hasta lesiones de auténtica importancia. Desde que Francisco Rodríguez tomó los mandos de la SD Huesca rara ha sido la semana en la que no ha tenido que lidiar con ausencias o planificar la puesta a punto de alguno de sus jugadores de cara al siguiente compromiso con mimo. La última mala noticia a este respecto ha sido la de Rivera, que en el peor de los casos podría haber disputado ya este curso su último partido con la camiseta de los altoaragoneses debido a una fractura en el codo.

De hecho, si finalmente se opta por el paso por el quirófano para solucionar su fractura en el codo, sería el cuarto de los azulgranas que atraviesa este trance. Primero lo hizo Luisinho a causa de la rotura del ligamento cruzado de la rodilla derecha que se produjo en la visita al Atlético de Madrid en septiembre. El siguiente, ya en 2019, fue Gonzalo Melero para tratar de encontrar una solución a la pubalgia que tantos quebraderos de cabeza y sufrimiento le está causando, y, por último, Insua cierra por ahora la lista con una dolencia similar a la del lateral portugués, pero en la pierna izquierda.

De estos tres, los dos primeros se espera que puedan reaparecer de cara al tramo final del ejercicio. No ocurrirá así con el central gallego, que no podrá volver a jugar ya hasta la próxima temporada.

Al margen de ellos, tampoco se han librado de estar en el dique seco entre los que componen ahora la plantilla Etxeita, Chimy Ávila, Aguilera, Gallar, Pulido y Akapo. El lateral internacional con Guinea Ecuatorial reapareció ante el Espanyol después de haberse perdido la visita del Athletic por unas molestias que arrastraba en la rodilla desde el duelo con la Real Sociedad. En el lado opuesto de la balanza, de entre los que comenzaron la campaña, Santamaría, Jovanovic, Miramón, Ferreiro, Moi Gómez y Cucho Hernández nunca se han quedado sin convocar por lesión.