Francisco Rodríguez se enroca en su discurso, el que lleva repitiendo semana tras semana. "Se hacen bien las cosas, pero los resultados no llegan", repite como un mantra junto a "hay que seguir hacia adelante". Lo cierto es que tampoco puede decir mucho más, su equipo es capaz de desarrollar el plan trazado durante una serie de minutos, pero no durante todo el partido. Tras la derrota con el Celta lo resumió bien. "Hemos hecho bien las cosas hasta que no nos ha dado para más", se lamentó.

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A tener de lo que expuso en la rueda de prensa posterior al partido, el técnico almeriense de la Sociedad Deportiva Huesca distinguió tres fases. Una primera de treinta minutos en la que los azulgrana fueron superiores, otra que se solaparía con ésta y que llegaría hasta la primera hora de juego en la que los oscenses mantuvieron la tensión y una última en la que fueron inferiores a los celestes.

"Hasta el minuto 60 el equipo ha estado cerca, podía pasar algo e incluso hemos tenido media hora muy buena. Ha habido tres o cuatro ocasiones de gol que podríamos haber materializado y a partir de ahí el Celta desde que ha hecho el gol ha sabido dominar las fases de juego y crear sus oportunidades. De hecho en una contra ha logrado el segundo y sentenciado el partido", resumió el envite en Balaídos.

Para Francisco una de las diferencias que marcaron en el partido entre uno y otro equipo son los jugadores. "Han tenido dos y las han aprovechado", expuso añadiendo que "al final futbolistas como los que tiene el Celta dan ventaja en los momentos malos". En particular destacó a uno de los gallegos, Iago Aspas, autor de los dos goles del careo.

Acerca de los suyo, el entrenador, que tras seis jornadas al frente de la nave altoaragonesa aún no conoce la victoria, expuso que "se está compitiendo bien, la imagen es buena, pero no nos sirve".

"Al final de un equipo como el nuestro que es colista y que genera siete u ocho ocasiones fuera de casa y no las mete, puedes decir poco", comentó achacando el devenir de los suyos a que "estamos pecando mucho de nor ser contundentes en las dos áreas, de no tener acierto".

Tampoco esconde, como no puede ser de otro modo, que no está tranquilo: "Me preocupa todo". "La primera media hora el equipo ha jugado bien, ha interpretado bien, ha estado en el campo contrario, ha presionado, ha provocado pérdidas en el rival, ha generado ocasiones", glosó los méritos del Huesca en una jornada en la que se medía a otro rival con urgencias en la clasificación y al que su afición llegó a pitar en ese arranque del choque viendo que la voz cantante era la de los visitantes. Sin embargo, "cuando no se está acertado un equipo como el nuestro tiene que sufrir", reconoció,

En la jornada anterior contra el Levante, Francisco había decidido dar una vuelta de tuerca al sistema. Del 5-4-1 que había alineado en los tres encuentros precedentes, pasó a un dibujo con cuatro defensas. La variación, aunque no se tradujo en una victoria, sino en un empate, generó buenas sensaciones y los oscenses brindaron su mejor actuación del curso. Visto lo visto, el titular del banquillo de El Alcoraz decidió repetir receta contra el Celta paso por paso y no parece que vaya a cambiarla a corto plazo.

"El que me conoce y sabe mi filosofía, me gusta un equipo vertical, ofensivo y línea de cuatro es lo mejor. La semana pasada con e Levante funcionó y hoy hemos hecho bien las cosas hasta que no nos ha dado para más", valoró a este respecto.

"No queda otra que seguir peleando". La moral es otro de los aspectos que el andaluz está teniendo que trabajar partido tras partido. La mala suerte, las polémicas arbitrales y las malas actuaciones, como la del 4-0 del miércoles pasado en la Copa del Rey contra el Athletic en San Mamés, hacen que los jugadores no levanten cabeza. En Galicia, "después del 2-0, el equipo se ha quedado con diez y eso afecta, no hay que esconderlo", juzgó consciente de que de nuevo tendrá que hacer de psicólogo en una semana en la que hay que volver a enfrentarse a los vizcaínos y recibir el domingo al Real Madrid.

El entrenador no quiere mirar tan allá y prefiere centrarse en lo inmediato: "Lo importante es hoy, después mañana y cuando llegue el Real Madrid ya llegará. Hay que levantar al personal que es lo que toca".