Rodeado de grandes cumbres pirenaicas, con temperaturas más agradables que en la llanura oscense y un entorno natural que inspira a futbolistas y técnicos a la hora de trabajar y, además, facilita el descanso nocturno, el Huesca ha encontrado su lugar ideal para pasar unos días cada verano: Benasque. La localidad ribagorzana y el equipo de la capital altoaragonesa se dan un abrazo prácticamente en cada período estival, componiendo una sinergia deportiva y social que es de total agrado tanto para el club como para los dirigentes y vecinos de la bonita villa. Pese al cambio de categoría, la Sociedad Deportiva Huesca se mantendrá fiel a Benasque en este 2018 y desarrollará, entre el 9 y el 20 de julio, la que será su octava concentración de pretemporada a los pies de majestuosos ‘tresmiles’, esta vez nada más y nada menos que una concentración de Primera.

Por el momento, la plantilla azulgrana disfruta de sus vacaciones, que tienen acotado el cierre para el jueves 5 de julio. Será entonces cuando dé inicio sobre el verde la etapa de Leo Franco al frente de la dirección técnica del Huesca, que se desplazará a Benasque unos días más tarde. Concretamente tras la comida del lunes 9 de julio la expedición azulgrana subirá al autobús para cubrir los 145 kilómetros que separan ambas poblaciones. Después de arrancar doce fechas del calendario, el viernes 20 de julio, a primera hora de la tarde, la comitiva de la escuadra oscense regresará al punto de origen.

Desde que la SD Huesca logró el ascenso a Segunda el 15 de junio de 2008, los ‘stages’ de pretemporada han sido una constante que comenzó en Boltaña y continuó en Benasque. Solo se vio alterada con la caída de los azulgranas a Segunda B en el curso 2012-13. Entonces, Sabiñánigo fue sede de una pequeña concentración durante las fiestas de San Lorenzo, cosa que no se repitió en los preparativos de la temporada 2014-15, la que concluyó con el retorno del Huesca a la categoría de plata. A partir de ahí, el Pirineo y Benasque han acompañado los pasos del equipo altoaragonés en sus tres últimas campañas en Segunda.

Son varios los factores que convierten a Benasque en un destino excelente para poner a punto los motores de cara a la competición. Uno de ellos es la altitud, ya que los futbolistas pasan de los 488 metros de Huesca a los 1.138 metros de la villa ribagorzana. La tranquilidad, el aire puro, la facilidad para el descanso nocturno o hasta la ‘crioterapia natural’ que dirige en el río Ésera el jefe de los servicios médicos, Juan Carlos Galindo, son otros de los puntos claves en una concentración que tiene al Hotel Aneto como cuartel general. En el campo municipal de Benasque será donde jugadores y técnicos pasen maratonianas jornadas de entrenamientos. La instalación es tutelada por los operarios del Huesca durante todo el año, contando con el apoyo de los trabajadores del Ayuntamiento. En las últimas fechas se ha intensificado el control por parte del club azulgrana, que ha enviado a sus especialistas varias veces para dejarlo todo a punto de cara a la visita estival. También han acudido ya los integrantes del nuevo cuerpo técnico, para conocer de primera mano el escenario donde van a desarrollar su labor.

Desde el consistorio benasqués, su alcalde, José Ignacio Abadías, expone el sentir por la acogida al Huesca cada verano. "Siempre ha supuesto un orgullo tener al Huesca aquí. Estamos encantados de la vida", relata el primer edil, quien valora especialmente que la entidad azulgrana cumpla a rajatabla su lema de ‘hacer provincia’. "En el club hay sensatez y prudencia en términos económicos y también en su filosofía. Eso es muy importante", apostilla.

"Existe una simbiosis entre el Huesca y Benasque, que nos facilita una repercusión mediática", comenta Abadías. Con el ascenso a Primera, dicha repercusión se multiplica. "Ahora se nos va a ver también fuera de España", señala, destacando el "atractivo" que supone para los turistas contar con un equipo de élite entrenando y jugando amistosos.

Benasque, donde "vivimos con emoción el ascenso en Lugo, descorchando champán", fue incluso espónsor del club, luciendo su nombre en el pantalón. "No descartamos volver a hacerlo. Lo intentaremos en la medida de nuestras posibilidades", dice Abadías.