La idea de que ‘esto es Segunda División y todos los errores se pagan muy caros’ ha sido repetida por Anquela hasta la saciedad. Y el técnico oscense volvía a ver, muy a su pesar, la reafirmación a esta máxima en su visita a Anduvua. Un cabezazo certero de un Ion Vélez libre de marca suponía todo un aguacero para los intereses del Huesca al borde del descanso, similar al que había caído sobre el césped de estadio del Mirandés en la previa de la visita oscense, y que dejó el campo casi impracticable por la zona de las bandas. El gol del Mirandés decantó de manera definitiva una balanza que se movió en el equilibrio más absoluto durante los 90 minutos, con reparto de la posesión y de ocasiones claras en ambos lados del campo.

Anquela tuvo que tocar el que se ha perfilado como su once de gala en este tramo final, condicionado por las circunstancias. Las lesiones de Leo Franco y Samu Sáiz obligaron a dar entrada a Whalley y Camacho. A estas dos modificaciones forzadas en el conjunto titular hubo que sumarle el cambio de Aguilera, que cedió su sitio a Bambock en el minuto 4, cuando abandonó el campo visiblemente aturdido, dejando a los oscenses con una sustitución menos. El franco-camerunés cumplió en su papel en el centro del campo, pero al equipo le faltó algo de continuidad en el juego por la zona interior, que se perfilaba propicia ante la acumulación de lluvia en las bandas que impedía la conducción del balón.

Pese a ello, contó el Huesca con más ocasiones en la primera parte. Siete disparos, frente a los dos que firmó el Mirandés. Varios intentos lejanos de Machís y Arruabarrena, o un remate de Carlos David murieron en las manos del guardameta burgalés, e impidieron al Huesca encaminar el encuentro, a sabiendas que el Almería había perdido y podía pegar un hachazo casi definitivo en la pelea por la salvación.

Por contra, los locales fueron mucho más efectivos, con el cabezazo que Ion Veléz envió dentro de la portería de un petrificado Whalley, y que suponía un pozo de petróleo para el Mirandés, ya que supo sacarle el máximo rendimiento.

Pese al marcador favorable, los de Terrazas no apostaron por dormir el encuentro, y el juego ganó en velocidad en la segunda parte, con el terreno de juego en mejor estado. Las acciones se sucedían en ambas porterías, en un carrusel de ocasiones que animó la salida al terreno de juego de Abdón por los locales. El Huesca buscaba constantemente a Darwin Machís, y el venezolano respondió con dos largueros, uno ya en el tramo final, que hubieran dado un vuelco al desarrollo del encuentro.

No tuvo premio el extremo, como tampoco José Gaspar y Héctor Figueroa, que salieron desde el banquillo en sustitución de Carlos David y Camacho, en una nueva apuesta de Anquela por acumular hombres puramente ofensivos en su línea más adelantada. Un disparo que se fue fuera de Gaspar y dos remates de cabeza del canario detenidos por el portero fueron su bagaje, que se tornó insuficiente al final. También tuvo las suyas el Mirandés para dejar el choque sentenciado, especialmente con lanzamientos lejanos, pero que detuvo Whalley.

El pitido final alejó las opciones del Huesca de dar un puñetazo en la mesa frente a sus rivales directos por certificar la categoría, y los de Anquela se encomiendan a su buen hacer en la visita del Almería del próximo domingo, en un auténtico duelo por la supervivencia.

Ficha técnica

Mirandés: Raúl, Galán, Álex Ortiz, Cantero, Rúper, Eguarás (Carlso Moreno, 60) Kijera, Néstor, Sangalli, Álex García (Carnicer, 75) y Ion Vélez (Abdón, 46).

SD Huesca: Whalley, Nagore, Carlos David (José Gaspar, 75), Íñigo López, Christian Fernández, Fran Mérida, Aguilera (Bambock, 5), Alexander, Machís, Camacho (Figueroa, 59) y Arruabarrena.

Goles: 1-0, min.43: Ion Vélez.

Árbitro: Daniel Ocón Arráiz (comité riojano). Mostró tarjeta amarilla a Ion Vélez por el Mirandés, y a Carlos David, Christian Fernández y Fran Mérida por el Huesca.

Incidencias: Partido correspondiente a la trigesimoséptima jornada de liga, disputado en Anduva ante 2.741 espectadores.