Real Zaragoza

Brillante y esperanzador estreno

El Real Zaragoza golea a la Real Sociedad, rival de Primera, en un notable partido en todas facetas.

Hasegawa, Ángel, Dorca e Hinestroza -detrás asoma Pedro- celebran el 3-0 logrado por Ángel en el minuto 41. asier alcorta
Asier Alcorta

El Real Zaragoza tumbó con contundencia y merecimiento a la Real Sociedad en el último partido de la pretemporada. El 3-0 final habla por sí solo de la superioridad que los zaragocistas demostraron toda la noche sobre un rival de Primera División que, salvo en la portería, presentó una alineación perfectamente reconocible de tal categoría. El equipo aragonés confirmó los buenos detalles vistos en la pretemporada: el orden táctico sobre el campo y la seguridad defensiva, volviendo a dejar imbatida la portería de Bono. Y, además, de manera muy agradable, mejoró sobremanera en las dos cuestiones básicas de las que ha adolecido durante el verano y que ayer sí emitieron señales que llaman al optimismo. Es decir, la capacidad combinativa de medio campo hacia arriba y, sobre todo, la pegada de cara al gol.


Sin duda alguna, este colofón previo a la competición oficial significó una enorme bocanada de esperanza para la liga que va a comenzar el domingo en Miranda. Fue la presentación ideal, la que todo el mundo dentro de la sede blanquilla habría firmado antes de la disputa de esta 45 edición del Trofeo Ciudad de Zaragoza-Memorial Carlos Lapetra.


Excelente resultó el discurrir del primer tiempo por parte del once zaragocista. De menos a más. Como si el guión dijese de antemano que, de entrada, había que ir conociéndose, haciéndose con las referencias del estadio y, progresivamente, llegar cada vez con más sentido y peligro al área rival. Así lo hicieron los chicos de Popovic y los réditos fueron fantásticos en todos los sentidos.


El Zaragoza siempre dominó el juego. Con más espesura al principio, minutos en los que la Real Sociedad pudo hacer el 0-1 si Bono no hubiese salvado con un paradón un cabezazo de Ansotegui a la salida de un córner, en una acción que acabaría siendo aislada y anecdótica. Los blanquillos encontraron siempre huecos para penetrar en la zaga vasca, gracias al toque rápido de los pivotes, Dorca y Wilk, y a la verticalidad de Pedro e Hinestroza.


En las primeras llegadas al área, parecieron algo blanditos en sendos disparos flojos de Hasegawa (intermitente pero con clase el japonés) y del colombiano Hinestroza. Pero fue una falsa imagen. A partir del minuto 20, cada ataque blanquillo sembró de miedos la retaguardia guipuzcoana. Se buscaron bien las espaldas de los centrales y de ahí surgieron por goteo hasta tres goles antes del intermedio, en un cuarto de hora de frenesí ofensivo por todos los flancos.




La primera acción de este tipo dejó un posible penalti de Yuri a Hinestroza, que encaraba al joven meta Bardají cuando fue empujado por el zaguero de la Real. El árbitro consideró que era poco para señalar la pena máxima. Las otras dos, de carácter letal, acabaron suponiendo el 2-0 y el 3-0. Antes, el encargado de abrir el marcador fue Rico con un tanto marca de la casa. Un zurdazo tremendo del lateral, desde 30 metros, que entró cercano a la escuadra como un obús, en un ataque donde por delante todos abrieron huecos. Un buen método para desatascar partidos obturados, sin duda. Era el minuto 26 y la justicia a las ganas e interés de los de Popovic llegó desde la larga distancia.


Siete minutos después, Pedro firmó el segundo en un mano a mano ante Bardají que resolvió con sutileza. Medio gol fue de Cabrera, que sacó con celeridad una falta en la misma línea defensiva zaragocista, pillando despistados a los centrales realistas ante la pillería de Pedro. Preciosa acción.


El tercer tanto, un golazo, lo marcó Ángel para saborear así cómo es eso de anotar dianas en las redes de La Romareda. El nuevo ariete zaragocista voleó en carrera, magistralmente, un centro de Pedro al segundo palo.


Gestos de alegría, de orgullo, de complicidad dentro y fuera del campo. Tanto entre la plantilla como en las gradas, entre la ilusionada afición. Así se llegó al descanso, con el duelo ya prácticamente finiquitado.


Con este paladar, arrancó un segundo tiempo que bajaría el diapasón minuto a minuto. Por un lado, por el cansancio propio de las fechas (no hubo cambios en ningún bando en el arranque de los segundos 45 minutos). Y por otro, porque el carrusel de sustituciones, esta vez, generó más desconcierto que mejoras en ambas escuadras.


Aun así, el Zaragoza siguió generando fútbol de ataque y ocasiones. Pedro no remató bien la mejor jugada de la noche, firmada por un brillante Ángel, en un control de maestro, y por Aria Hasegawa, cuyo primer toque anuncia grandes asistencias durante el año. Poco después, Hinestroza mostró su veneno en el área, pero Bardají paró su chut pegado al palo. También Ortuño y Jorge Díaz, que debutaron en la última media hora, pusieron sus pinceladas de calidad sin éxito final en el remate.


La Real amagó el gol, pero no pudo nunca con la fortaleza aérea de Cabrera y Rubén ni con la velocidad al cierre de Rico, Bertrán y, después, de Abraham e Isaac. Solo un cabezazo de De la Bella, que pegó en el larguero, rozó su tanto del honor.


Gustaron los nuevos. Mezclaron bien en líneas generales. Los mejores aplausos fueron para Ángel, Hasegawa e Hinestroza. De los veteranos, destacó el poso de Dorca y Pedro. También la eficacia de Bono, Cabrera, Rubén y Rico. En definitiva, un dulce sabor de boca que alimenta la ilusión zaragocista para una liga que ya está aquí.Ficha técnica

Real Zaragoza: Bono; Marc Bertrán (Isaac, 74), Rubén, Cabrera, Rico (Abraham, 74); Wilk (Diamanka, 74), Dorca (Morán, 74); Hinestroza (Jorge Díaz, 64), Hasegawa, Pedro (Jaime, 74); y Ángel (Ortuño, 64).


Real Sociedad: Bardají; Elustondo (Concha, 80), Reyes, Ansotegui (Mikel González, 73), Yuri (De la Bella, 62); Pardo (Aguirreche, 73), Granero (Markel Bergara, 62); Bruma, Canales (Zurutuza, 62), Chori Castro (Héctor, 73); y Jonathas.


Árbitro: Cordero Vega (Comité Cántabro). Recién ascendido a Segunda División. No mostró tarjetas.


Goles: 1-0, min. 26: Rico. 2-0, min. 33: Pedro. 3-0, min. 41: Ángel.