El Real Zaragoza y la importancia histórica del momento
El cabreo del aficionado del Real Zaragoza es más que comprensible. La Segunda División no es sitio para este club; la lucha por la supervivencia en esta categoría, mucho menos. Los socios y seguidores de este equipo no se merecen pasar estos días haciendo enrevesadas cuentas por la permanencia o tener que estar pendientes un lunes por la noche de cómo nos puede afectar el resultado de un Villarreal B-Albacete. No es justo y, lo dicho, el enfado es lógico y normal.
Pero llegados a este punto, el Real Zaragoza afronta esta semana y puede que la siguiente dos partidos de una importancia histórica. Las posibilidades de descenso a Primera RFEF son escasas. Dicen los que saben de números que de entorno al 3%. Pero estos porcentajes, por mínimos que sean, son más peligrosos cuantas menos jornadas faltan.
Esta etapa en Segunda División está siendo un verdadero drama, pero quedaría casi en una anécdota en comparación de lo que sería salir del fútbol profesional. No solo porque tocaría jugar contra equipos como el Rayo Majadahonda, el Unionistas, el Sestao o el Fuenlabrada –dicho con todo el respeto a estos equipos–, sino porque en el club se abriría una crisis institucional y económica de dimensiones mastodónticas y final incierto.
Por eso, en este punto es necesario el concurso de todos. El zaragocismo debe unirse más que nunca para atar la permanencia cuanto antes. Luego llegará el momento de pedir explicaciones por una temporada desastrosa que admite excusas y que no ha estado a la altura de una afición que ha reventado los registros de número de socios.
Los seguidores de este equipo no fallan. Le han acompañado allí donde ha jugado, por muy lejano y poco atractivo que resultara el destino. Se merecían al menos un guiño del club en forma de viaje subvencionado para la última jornada a domicilio, la de este domingo en Santander. Si los cientos de zaragocistas que viajarán se traen de vuelta los tres puntos en la mochila, desaparecerán las angustias y se podrá empezar a pensar, una vez más, que un futuro mejor es posible para este equipo.
