REAL ZARAGOZA

Muere Laureano Rubial, el '7' de los Zaraguayos del Real Zaragoza de los 70

El extremo diestro, de 76 años, falleció este sábado en la capital aragonesa tras una larga enfermedad

Laureanio Rubial, en su etapa como jugador del Real Zaragoza, en La Romareda.
Laureanio Rubial, en su etapa como jugador del Real Zaragoza, en La Romareda.
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Ha muerto Laureano Rubial, el '7' de los Zaraguayos, el mítico equipo del Real Zaragoza que voló tangencial a la gloria durante buena parte de la década de los años 70 del siglo XX. Lo hizo este sábado, a los 76 años, en la capital aragonesa, adonde llegó en 1972 con 24 años y de la que ya no se movería jamás. 

Rubial fue un extremo veloz, vertical, incisivo e incansable. Uno de esos exteriores pegados a la cal que percutían cien veces cada partido la defensa de su lateral. Asturiano de Luarca, nacido en mayo de 1947, fue fichado por el Real Zaragoza procedente de la cantera del Real Madrid, donde había jugado en el filial, entonces llamado Plus Ultra (no aún Castilla). Venía de cubrir  una positiva cesión al Pontevedra, entonces equipo señero que se movía a caballo entre Primera y Segunda División.

Con su 1,70 raspado de estatura, menudo por lo tanto, sus piernas arqueadas (garroso, como dicen los viejos que han de ser los extremos buenos) con las medias siempre bajadas dejaron al zaragocismo seis temporadas en las que predominaron los grandes momentos, la belleza, las goleadas, las grandes clasificaciones bajo la batuta en el banquillo de Luis Cid ‘Carriega’. También, lamentablemente, aquel doloroso descenso de la campaña 76-77, ya con Lucien Muller de técnico, que puso punto final a aquella era legendaria.

Rubial era el 7; García Castany, el 8; Lobo Diarte, el 9 (antes, Ocampos); Nino Arrúa, el 10; y para el 11 hubo más movimiento, desde Soto, pasando por Simarro, hasta a veces el angoleño Jordao. Una delantera que abanderó un equipo que fue subcampeón de liga en la campaña 74-75 y de Copa en la 75-76. Que había sido 3º en el torneo regular en la 73-74. Que jugó en Europa con excelentes noches de fútbol, enfrentándose al todopoderoso Borussia Moonchengladbach alemán en la cresta de la ola de aquellos tiempos que resucitaron entre el zaragocismo la más pura esencia inoculada en todo el mundo una década antes por el equipo de los Magníficos.

Colega íntimo del internacional Javier Planas, otro emblema de aquella etapa única. Del resto de aquel plantel de oro, con José Luis Violeta, Ángel Royo, José Luis Rico, Cacho Blanco, Manolo Villanova, Manolo Nieves, Juan Luis Irazusta... toda una época imborrable en La Romareda. 

Laureano, que dejó el Real Zaragoza tras jugar en Segunda algunos partidos en la campaña 77-78, aún militó un año en el Tarrasa, también de la categoría de plata. Y, con su casa firme en Zaragoza, mató el gusanillo del pelotón militando dos años en el Sabiñánigo, entonces (finales de los 70, estrenando ya los 80), equipo relevante en una restringida Tercera División nacional.

Rubial está escrito en letras de molde en el historial del Real Zaragoza en las actas de 180 partidos, repartidos en 145 de liga, 28 de Copa (uno de ellos, la final de 1976) y 7 de Copa de la UEFA. En ellos, este asturiano-aragonés marcó 17 goles. No obstante, fueron muchísimos más los que llegaron procedentes de sus centros, de sus pases laterales que remataron los delanteros centro o los llegadores de aquellas vistosas plantillas. Solo que, en aquellos tiempos sin estadísticas, las asistencias –hoy divisa de alto valor en las transacciones– no se reflejaban en ningún archivo y están perdidas en el limbo. 

Descanse en paz este componente nacional que ejerció de indispensable acompañamiento y estructura como equipo de altos vuelos al que dieron nombre los Zaraguayos

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