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Oviedo-Real Zaragoza: faltó un punto

A pesar de la derrota del Málaga, el equipo aragonés no fue capaz de sellar la permanencia de forma matemática. Los de Escribá no fueron peores que el Oviedo, pero tampoco tuvieron ambición para llevarse la victoria

El Real Zaragoza ha visitado este domingo el estadio Carlos Tartiere del Real Oviedo con el objetivo de aumentar su racha sin perder que asciende a diez encuentros.
El Real Zaragoza ha visitado este domingo el estadio Carlos Tartiere del Real Oviedo con el objetivo de aumentar su racha sin perder que asciende a diez encuentros.
Agencia LOF

Al Real Zaragoza le faltó un punto. Sobre el césped del Carlos Tartiere, a través de un fútbol apático, y también en la clasificación, puesto que habrá que esperar al menos una semana más para sellar la permanencia de forma matemática.

Ni siquiera la derrota del Málaga, que sigue marcando la zona de descenso, trajo algo más de ambición. Los de Fran Escribá fueron un equipo plano de principio a fin. Desde un comienzo en el que el Real Oviedo dominó con el balón, hasta un desenlace en el que, probablemente, merecieron más que su rival.

El partido fue un sopor. Se notó lo poco que había en juego. Y así, entre bostezos, Sergio Bermejo fue el único capaz de espabilarnos con un gol de pañuelos. Con una jugada personal que volvió a ensalzar la clase que guarda en su pierna izquierda.

El mediapunta madrileño es una de las mejores noticias del tramo final de liga. Es un futbolista distinto al resto. Uno de los pocos que son capaces de romper líneas, regateando hacia adentro para filtrar un pase o, como ocurrió este domingo por la tarde, soltar un zurdazo directo a la red.

Sergio Bermejo ha ganado determinación. Y en el Carlos Tartiere, con permiso del pertinaz Bebé, fue el hombre más incisivo de un bloque que vio truncada su racha de 10 partidos consecutivos sin conocer la derrota.

No es que el Real Zaragoza fuese peor que su rival. Tampoco es que quisiera menos que en anteriores tardes. Simplemente se encontró con un zarpazo final, inesperado, que desbarató lo que era un empate cantado y los planes de abrochar la salvación.

Nada pudo hacer Álvaro Ratón en ese disparo ajustado de Masca. El portero gallego se despidió del equipo -lo contrario sorprendería- con otra actuación sin errores ni aciertos destacados.

«No ha cometido ningún fallo y no ha tenido opciones en los dos goles encajados. Estuvo bien», resumió Fran Escribá tras un partido en el que, precisamente, la presencia de Álvaro Ratón en la alineación fue uno de los dilemas del preparador zaragocista.

El sábado, nueva oportunidad

El otro fue Miguel Puche y, por lo demás, más de lo mismo… Un bloque al que la temporada se le empieza a hacer larga y que ahora tampoco podrá defender esa extraordinaria racha de imbatibilidad que llegó demasiado tarde, cuando el ‘play off’ ya era una opción remota.

Quedan tres jornadas y, situación clasificatoria aparte, el único aliciente que le queda al Real Zaragoza es ofrecer una buena imagen ante su afición. Empezando por el partido del próximo sábado (La Romareda, 18.30), ante el Cartagena, y acabando por el cierre liguero ante el Tenerife.

Con nueve puntos en juego, al Real Zaragoza, siempre y cuando el Málaga sume, todavía le falta uno para confirmar su permanencia en Segunda. Un objetivo alejado de las aspiraciones iniciales pero que, considerando cómo ha transcurrido el curso, hace meses que se da por bueno.

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