Real Zaragoza

REAL ZARAGOZA

El Cartagena, 5º en la tabla con 6 derrotas, explica la parte mala de los empates del Real Zaragoza

El equipo murciano suma el triple de partidos perdidos que los zaragocistas (que solo han caído en dos en las 11 primeras jornadas), pero tiene 7 puntos más que los aragoneses y pisa terrenos de promoción de ascenso.

Momento en el que el Cartagena marca el gol con el que ganó 0-1 al Real Zaragoza en La Romareda el 30 de agosto, en la jornada 3, anotado por el zaragocista Gámez (izda. de la foto) en propia puerta.
José Miguel Marco

Nada mejor que una comparación, un cotejo, una prueba empírica, hasta una parábola, para valorar en su justa medida una circunstancia que, en un mar de opiniones o diagnósticos dispares, genera controversia e, incluso, polémica. Entre el zaragocismo, con la disquisición tópica de siempre sobre si la botella está medio llena o medio vacía, hace mes y medio que se viene alimentando la pugna intelectual entre quienes consideran que los empates son buenos -porque no se pierde y se suma constantemente- y quienes miden las igualadas acumuladas a mansalva como un producto a largo plazo perjudicial y peligroso, porque no se gana y el equipo cada vez se atasca más en la zona baja de la clasificación. 

El punto de partida del encendido debate es el récord que lleva firmado el Real Zaragoza en este atípico torneo liguero 21-22: en 11 jornadas, los de Juan Ignacio Martínez 'Jim' han empatado ocho duelos, con una sola victoria y dos derrotas (1-8-2). Esto, al cambio en réditos, hace 11 puntos. Una cifra escasa, obtenida sobre un global de 33 disputados, que tiene a los blanquillos en el ras de la puntuación de descenso de categoría, en la zona incandescente de la tabla.

Si se mira la cifra de la derecha, la de los partidos perdidos, es seductor caer en los brazos del optimismo pues el cuadro zaragocista, se puede subrayar con énfasis, ha perdido menos partidos que quien ha llegado líder a la 12ª jornada, el Almería, que suma 3 derrotas (solo han empatado un partido los andaluces, con siete triunfos). Es un buen analgésico esta teoría para quien la desee tomar. 

Desde la noche de este viernes, cuando ha comenzado ya la 12ª jornada, hay un ejemplo contundente, estruendoso, rotundo a más no poder, que explica -por la misma vía de análisis numérico- el verdadero valor del cúmulo masivo de empates en la trayectoria de un equipo en una liga larga. Es el del Cartagena, que perdió 2-1 en Éibar (lo que alza a los guipuzcoanos, de momento, al primer puesto).

Los cartageneros presentan un balance raro, atípico, llamativo: han ganado seis partidos, han perdido otros seis y, obviamente, nunca han empatado (6-0-6). Su saldo es, por lo tanto, de 18 puntos y son quintos en la clasificación, ocupando puestos de promoción de ascenso

Es decir, que el Cartagena ha perdido el triple de partidos que el Real Zaragoza. Seis los murcianos, solo dos los aragoneses. El Cartagena ha caído derrotado en la mitad de las jornadas que ha jugado (en su caso son ya 12)... pero resulta que lleva 7 puntos más que los zaragozanos y se ubica en las antípodas de la tabla clasificatoria, en la zona noble, en la bonita. 

Es una visión paradójica a más no poder. Solo hay un equipo que haya perdido más partidos que los cartageneros, el colista Alcorcón, con 8 batacazos. Pero el Cartagena, que no empata nunca y sí gana a menudo, tanto como pierde, ha sumado 7 puntos más que el Real Zaragoza que tiene menos derrotas que el líder. 

Aquí, sin tener que extenderse la tesis ni una sola línea más, aparece de manera cristalina la parte mala de tanto empate en cadena. Un efecto nocivo, tóxico, de máximo riesgo a futuro para quien cae en los tentáculos venenosos de las igualadas

Como en los tiempos del fútbol total de los 70 y los 80, sería conveniente evaluar un empate más como un patinazo que como algo positivo. El Cartagena ayuda a entender este asunto como un problema y no como un método de éxito.