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Real Zaragoza-Racing de Santander: otro día con la toga de favoritos

El equipo aragonés juega este sábado en La Romareda ante el penúltimo, el Racing, con la obligación ambiental de no fallar de nuevo en casa. Es un partido gemelo al último ganado en La Coruña, pero esta vez en casa.

Guti, que vuelve al equipo tras su sanción, junto a Soro (con Azón detrás) a la entrada de la sala de vídeo en la Ciudad Deportiva.
Francisco Jiménez

Llega esta noche a La Romareda el Racing de Santander, viejo colega de correrías en la longeva historia del Real Zaragoza, tanto en Primera como en Segunda División. Lo hacen los cántabros después de pasar cuatro años en el infierno de la Segunda B, fuera de la órbita del profesionalismo, algo duro para todo equipo con caché. Y los santanderinos, recuérdese, son fundadores de la liga española, allá por 1928, y pueden presumir de una larga trayectoria en la élite. Estamos ante un partido entre clásicos, venidos muy a menos últimamente, pero que tienen por detrás largos listados de precedentes y efemérides conjuntas, de historias en común.

Y, para el Real Zaragoza, que acomete la 20ª jornada y penúltima de la primera vuelta en la 6ª posición en la clasificación, este duelo ante los montañeses asoma con las mismas credenciales que el último, el del pasado fin de semana en La Coruña ante el Deportivo. Es decir, el rival de turno, hoy el Racing, es uno del vagón de cola. Entonces, los coruñeses aparecían como últimos en la tabla; ahora, los de Santander vienen como penúltimos, ex aequo con el Extremadura, y no han escapado nunca de la zona de peligro desde que se inició la liga en agosto.

O sea, el perfil del envite es similar al de Riazor. Con el único –y relevante– matiz de que esta vez el Real Zaragoza juega como local, en su campo, ante su multitudiaria afición. Lo demás, es lo mismo: los de Víctor Fernández portarán, quieran o no, mal que a alguno le pese, la toga de grandes favoritos. Por ello, es uno de esos días donde difícilmente se podrá justificar un tropiezo. Se trata de un rol que, normalmente, todos equipos rehúsan. Porque mete presión en sus válvulas y requiere de cierto poder mental para manejar el entorno anímico y ambiental. Porque pide madurez, inteligencia y buen pulso en el timón del duelo.

Pero no hay más remedio en el vestuario zaragocista que admitir lo que les sale al paso esta noche en La Romareda. Como ya debieron hacer hace seis días en La Coruña, ante el casi desahuciado Dépor. Es una cita donde solo se concibe ganar. En la que la suma de los tres puntos se antoja innegociable por el rol que cumplen tanto el Zaragoza como el Racing en el torneo, según dictan los números, los objetivos y el ranquin.

Los de Santander solo tienen 17 puntos, 13 menos que los zaragocistas. Y únicamente han vencido en dos de los 19 partidos dirimidos hasta hoy, ambos en su estadio de El Sardinero, ninguno a domicilio. Lo hicieron por 4-0 al Mirandés y por 3-0 al Extremadura.

Circulan tres puntos por debajo de la cota de la salvación, con bastantes apuros en el día a día. Sus partidos están, normalmente, bien trufados de goles. No van mal ellos de cara a puerta(con 22 a favor, tienen uno de los mejores porcentajes anotadores del pelotón de cola), pero tienen un serio agujero en su defensa y portería, donde encajan con facilidad (25 han recibido), lo que les ha hecho peder ventajas relevantes para acabar no ganando (el último día, en El Sardinero, le ganaban 2-0 al Fuenlabrada a falta de 10 minutos y acabaron 2-2, claro paradigma).

Pero, ojo, si se quiere tener una dimensión exacta de las características de este Racing actual, surgen otras cifras que dan que pensar y recomiendan rebajar las expectativas de vivir una noche plácida hoy en el estadio. A saber: el equipo de Santander, pese a su deficiente situación clasificatoria, solo ha caído derrotado en seis partidos de los 19 jugados. Solo ha perdido uno más que el Real Zaragoza. No saben apenas ganar... pero son duros de doblegar.

Por eso, lo que predomina en su balance parcial son los empates. Son los reyes de las tablas, están abonados a menudo a la equis en la quiniela. Hasta 11 de sus duelos acabaron en igualdad. Sus únicos partidos perdidos fueron, tres a domicilio (2-0 en Vallecas; 1-0 en Alcorcón y 2-0 en Elche) y otros tres en casa (0-1 con el Málaga, 1-2 con el Cádiz y 0-3 con el Girona). Fuera de El Sardinero, tal y como jugarán hoy, los montañeses han igualado a cero, a uno, a dos y hasta a tres goles. Tienen de todo en el baúl de los empates. Arañaron puntos en Las Palmas, Gijón, Albacete, Huesca, Tenerife y Lugo. Rascar, a su manera, rascan.

Hay un factor que, a primera vista, parece jugar todavía más a favor del Zaragoza: el Racing tiene cuatro bajas importantes. No jugará su goleador, el franco-marfileño Yoda (8 goles y cuatro asistencias), pues se rompió un brazo el domingo pasado. Tampoco el polifacético belga-congoleño Kitoko, asimismo lesionado. Ni el medio centro Mario Ortiz y el central Jordi Figueras, ambos sancionados.

Víctor Fernández, por su parte, recupera a Guti tras su ausencia en Riazor por acumulación de tarjetas. Buena noticia para el dinamismo del medio campo. Y, con la baja de Blanco (con fiebre), quizá Kagawa vuelva a la titularidad un mes después. El técnico aragonés avisó de que habrá cambios respecto de La Coruña. Es su norma.