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El espanyolista Puado, ya; y el atlético Poveda, para que pueda jugar el 1 de enero

El Real Zaragoza acelera la contratación del polivalente punta del Espanyol para que sea el refuerzo extra en la ventana abierta por la baja de Dwamena. A la vez, ve posible cerrar el fichaje del '9' del filial rojiblanco para el primer día del mercado invernal.

Puado, delantero del Espanyol, durante un partido con el equipo barcelonés.
Javier Puado Twitter

Puado y Poveda. En las últimas horas, el Real Zaragoza está empezando a ver la luz en sus deseos imperiosos de reforzar el andamiaje del equipo en su faceta atacante. Y, de un periodo de casi un mes de búsqueda infructuosa de objetivos sugerentes -y asequibles- en el mercado del paro o en las tres ligas españolas (Primera, Segunda y Segunda B), se ha pasado a tener a punto la rúbrica de los dos delanteros que, tras la baja forzosa de Dwamena por la dolencia cardiaca que ha sacado del carril de la normalidad al cuadro zaragocista en el último mes largo, Víctor Fernández ha solicitado con énfasis. "Necesitamos ayuda", gritó el entrenador aragonés hace 20 días en la previa de un partido de liga ante la escasez de efectivos consistentes con los que cuenta en algunas posiciones.

Por un lado, dentro de sus restrictivas limitaciones económicas y normativas, la solución más a mano y que más seduce al ámbito deportivo del club, Víctor incluido, es la de concertar la cesión del delantero del Espanyol Javier Puado (21 años, 1,77 de estatura). No es el '9' que, prioritariamente, se viene buscando desde hace varias semanas para que sea el sustituto de Dwamena. Puado no es el 'ariete tanque' que ha sido el objetivo primero hasta hace nada, pero sí que respondería, de cuajar su préstamo en breve tiempo, a ese 'otro delantero' que Víctor solicitó en agosto y que, finalmente, acabó no viniendo (el equivalente al rol del pretendido Sergio García, que se fue al limbo finalmente).

Y, por otra parte, aunque ahora mismo -y en los próximos 45 días- es imposible que el Atlético de Madrid deje salir al '9' de su filial, Darío Poveda (22 años, 1,87 de estatura), circunstancia que el Real Zaragoza supo al inicio de la semana después de haber avanzado seriamente -en los días previos- en la contratación del ariete madrileño (éste sí sería el delantero centro que ocuparía tácticamente el puesto real que dejó vacante Dwamena), el club zaragocista va a intentar dejar atado al punta rojiblanco de inmediato con el fin de que, cuando el 1 de enero se abra el mercado invernal de fichajes, pueda estar ya en disposición de jugar con los blanquillos a las órdenes de Víctor Fernández.

Esta es una desembocadura lógica al inconveniente que derivó en el cambio radical de rumbo en los tratos del Real Zaragoza con Poveda y el Atlético hace 9 días. La razón del giro negativo del club madrileño fue de índole deportiva: el joven y espigado delantero es, a estas alturas de liga, el único útil que tiene el filial atlético, pues está a la espera de la recuperación de sendas lesiones de los dos goleadores que completan su plantilla, Garcés  y Camello (que ya han debutado en los últimos meses con Simeone en Primera). Cuando estos dos futbolistas estén ya aptos, el Atlético soltará sin problemas a Poveda.

Así pues, si todo culmina según se percibe con optimismo en el Real Zaragoza en esta mitad de noviembre, el espanyolista Puado y el atlético Poveda pueden ser, finalmente, los dos refuerzos para el resto de la liga que acompañen a Luis Suárez en los planes principales de Víctor Fernández para el Real Zaragoza de cara a estar en lo alto de la clasificación al final del curso. Cada uno, en su tiempo. Según obligan las circunstancias y las estrategias.