Real Zaragoza

Verdasca, ¿defensa, medio o delantero?

El zaguero central luso, centrocampista en la mitad de los partidos por designo del área deportiva, resulta que es el segundo mejor goleador del equipo con 2 goles (en puerta contraria).

Verdasca, con Ros y Lasure en segundo término, en el ensayo en la Ciudad Deportiva.
Daniel Marzo

Camino del segundo mes de liga, la figura de Diogo Verdasca aflora en la actualidad del Real Zaragoza por sus paradojas, por su sorprendente trayectoria individual en lo que va de curso (verano incluido), por lo difícil que es trazar una línea con cierta coherencia futbolística en sus primeros partidos de la temporada en este su segundo año en el club blanquillo.

El central portugués, que como le ocurrió el año pasado durante varias fases de la liga, está en el foco de la discusión por su irregularidad como defensor, rol táctico que solo está desarrollando con regularidad en la última mitad de los partidos disputados hasta hoy. Un futbolista que, por delante de este tiempo en el que ha vuelto a su lugar matriz, tanto en verano (por las lesiones de Eguaras, Guti y Zapater) como en el arranque del torneo 2018-19, fue ubicado por el área deportiva del equipo como pivote, como medio centro organizador contra natura, chirriando en infinidad de pasajes, lo mismo en los amistosos estivales que, más recientemente, en partidos ya oficiales de liga. Y que, para redondear el alboroto táctico y de prestaciones del de Guimaraes, se ha convertido puntualmente en el segundo mejor rematador del plantel, con sus 2 goles anotados.

Porque, en efecto, Verdasca es, a fecha de hoy, el goleador zaragocista que va a rebufo del '9', de Álvaro Vázquez, que con 3 dianas presume de ser el que más puntería ha tenido en lo que va de liga. Anotó el luso en Oviedo y el pasado lunes en La Romareda ante el Osasuna. Los dos a la salida de sendos saques de esquina, en Asturias botado por Igbekeme y rematado con el pie derecho de semiespuela por Verdasca y, frente a los navarros, culminado de cabezazo picado junto a un palo tras una rosca desde el córner de Zapater.

Dos goles que proporcionan tamaña paradoja. Verdasca, goleador. Una faceta que pocas veces fue la suya. De hecho, en todo el curso pasado, donde fue una de las piezas zaragocistas más utilizadas en virtud de sus vínculos con el club, el portugués no marcó en todo el año. Y ahora, en apenas 8 partidos, la excéntrica línea de rendimiento de inicio de curso que está protagonizando el joven jugador ha dado como fruto dos tantos a balón parado. Y nadie, salvo Álvaro Vázquez, que lleva uno más (tres), supera a Verdasca en olfato goleador en la actual plantilla. En la liga, Pombo lleva uno, como Javi RosPapunashivili. Y como Igbekeme, Soro, Lasure y Gual. Uno. No dos, como Verdasca (cifras en portería adversaria, pues anotó en propia meta en Albacete, como ya había hecho en pretemporada en Teruel).

Que, camino del primer cuarto de la competición, sea Verdasca el segundo mejor artillero de la plantilla con 2 goles en su haber en tiempos de el Pilar, ofrece lecturas evidentes para los analistas. Hay una parte de casual. Pero, mayormente, cabe incluir este efecto en lo causal. Si el Real Zaragoza no está en un camino allanado de solvencia, de rigor futbolístico, es, en buena media, a la falta de estabilidad y regularidad en su juego, en sus alineaciones (también en sus convocatorias martilleadas), en los papeles principales que deben desarrollar sobre el césped cada jornada los jugadores más especialistas del equipo. No solo los puntas, también los defensas y los medios.

Y Verdasca... ¿es central, es medio centro, es rematador goleador al estilo 'delantero'? Quien más y quién menos tiene su opinión formada hace tiempo de cuáles son las virtudes y los defectos del lusitano. Y también qué es y qué no puede ser nunca. Pero esto no es cuestión de subjetivismos: Diogo Verdasca es el segundo pichichi del equipo camino de Soria y ya casi en el 25% de la liga consumida.