Real Zaragoza

Lanzarote describe el presente en román paladino

El bigoleador de Valencia asume en dos pinceladas que el Real Zaragoza hizo "un pésimo partido" y denuncia que el equipo tiene "muchas carencias".

Lanzarote describe el presente en román paladino
LFP

"Creo que hicimos un pésimo partido. Se vio que tenemos muchas carencias y que hay que trabajar mucho si queremos hacer una temporada digna". Son las certeras manifestaciones que emitió Manu Lanzarote sobre el césped del Ciutat de Valencia ante el micrófono de Gol TV, el canal que emitió el partido Levante-Real Zaragoza en abierto para toda España el sábado por la noche. Apenas había pasado un minuto desde el pitido final del árbitro. Los responsables de la cadena eligieron al catalán como portavoz zaragocista en el pospartido al ser el más destacado, dentro del desastre colectivo, por sus dos golazos de falta. Y Lanzarote acudió al set de televisión aún con el calentón del fracaso general, con el sudor frío de la dura derrota todavía sobre su cuerpo y zaherido en su orgullo personal al ver que sus dos tantos -sobresaliente aportación- habían sido inútiles y en vano.


Su posicionamiento no es algo circunstancial. No cabe introducirlo en una bolsa secundaria de valoración. Al contrario, son las palabras de un veterano, de alguien con peso específico en el grupo que, además, se gana los galones día a día aportando lo que su rol en el grupo le pide: goles, verticalidad, asistencias, peligro en ataque y personalidad en el juego. Lanzarote no pasa por morderse la lengua en circunstancias que no le son agradables. Muestras de ello dejó ya en su corto pasado zaragocista al final de la liga pasada. Y su opinión tiene, en estos momentos de dudas alrededor del equipo, un valor importante por lo que de ella se destila desde dentro del propio colectivo de futbolistas blanquillos.


Lanzarote incide con hondura en la existencia de "muchas carencias" en el juego del Real Zaragoza. Y avisa de la amplitud y necesidad suprema de mejorar la solvencia general del grupo si se quiere "hacer una temporada digna", definición que, por sí sola, abre la puerta a más interpretaciones sobre lo que se puede considerar este año un "comportamiento digno" en la Segunda División del momento. Estas valoraciones de un futbolista tan relevante en el equipo tras la disputa de, únicamente, cuatro partidos pesan como el mercurio y el plomo en la evaluación del presente del Real Zaragoza en la competición. Están dichas en román paladino. Sin florituras, sin una pose políticamente correcta. Para que todos las entiendan.