El escaso optimismo que queda en el Real Zaragoza, la fe y la historia obligan a mirar hacia arriba. Los números y la clasificación, hacia abajo. Tras la derrota frente al Deportivo, que supone la octava jornada sin ganar para el equipo aragonés, deja al conjunto de Víctor Muñoz en la decimocuarta posición, otra vez más cerca del descenso que de los puestos de promoción.

Con tres puntos de los últimos 24, el Real Zaragoza ya no solo es el peor de toda la categoría en la segunda vuelta, sino que se ha perdido en la zona baja de la tabla. Los blanquillos se encuentran a años luz del Eibar y el Deportivo, los equipos que se encuentran en ascenso directo, y están cada vez más lejos -ahora, a cinco puntos- de las plazas de promoción, el objetivo marcado como alternativa menos mala.

Sin embargo, ni esta segunda opción parece ahora la meta de un Real Zaragoza en caída libre, que se ve obligado a mirar hacia abajo. Tan solo cuatro equipos -Córdoba, Hércules, Mirandés y Castilla- y dos puntos separán al Real Zaragoza del despeño a Segunda B, y tan solo la derrota de la Ponferradina (5-0 contra el Tenerife) y el empate del Alcorcón (0-0, frente al Jaén) han impedido que el colchón fuera todavía inferior.

Con algo más de tiempo para que Víctor Muñoz trabaje, el Real Zaragoza tendrá otra opción de decidir hacia dónde quiere mirar durante las próximas jornadas, en las que se enfrenta al penúltimo, el Alavés, y al líder, el Eibar.