Una preparación entre interrogantes

 Último día del 'stage' en Alcalá de la Selva y el Real Zaragoza todavía se antoja como un mar de dudas. Al menos, en lo que a la composición de su plantilla definitiva se refiere. Un plantel que tendrá la responsabilidad de devolver al conjunto zaragocista a Primera División, su lugar natural. Empresa para la que no se conocen a una gran cantidad de actores principales.

Pendientes de las salidas para poder dar luz verde a las llegadas, la gerencia del club blanquillo, encabezada por el nuevo director general García Pitarch, trabaja para concretar dichos movimientos en la mayor brevedad posible. Cambios que, eso sí, podrían no solo afectar a aquellos futbolistas que, por razones económicas, poseen el cartel del trasferibles. Esto es, los casos públicamente reconocidos de Postiga, Apoño, Roberto, Pintér y Loovens. Si no que también incluye a piezas como Edu Oriol, que no habría convencido deportivamente a Paco Herrera, o Álvaro, quien todavía posee valor en el mercado a pesar de los dos descensos consecutivos que colecciona. Situación que engrandece más y más la interrogante que se cierne sobre el cuadro aragonés.

Claro que las dudas no solo afectan al Real Zaragoza. El fútbol español, y más acusadamente su segunda categoría, carecen de estabilidad. Como así lo demuestra el hecho de que todavía no se conozca con exactitud qué equipos competirán la próxima campaña en Segunda. Así, Guadalajara y Murcia todavía no saben en qué división han de jugar a mediados de agosto, con lo que supone a la hora de confeccionar la plantilla.

La dificultad del descenso

No son los únicos equipos en peligro. El Deportivo de La Coruña, que ostenta el dudoso honor de haber aprobado el mayor concurso de acreedores en el balompié nacional, corre riesgo de desaparición. Problemas económicos que, como es lógico, han entorpecido la construcción del nuevo equipo. Con el trauma del descenso que también arrastra el cuadro blanquillo, la escuadra gallega solo ha podido realizar una incorporación hasta la fecha, la del portugués Rudy. Así como las renovaciones de Germán Lux y Kaká. Mientras, el apartado salidas se prevé, al menos, tan concurrido como en el Real Zaragoza.

El tercero del trío de descendidos, el Mallorca, también se encuentra lejos de haber cerrado su plantilla. Aunque, sin duda, su actualidad parece la más estable de las tres. Pese a verse obligado a realizar varios ajustes, reduciendo su presupuesto, aproximadamente, de 22 millones a nueve. De momento, los baleares han firmado cuatro caras nuevas por las 12 bajas que ha sufrido.