Fútbol

Países Bajos remontó a Turquía en cuartos cuando se agotó Güler

El equipo de Koeman se levantó a tiempo y luchará contra Inglaterra por un puesto en la final. Intenso y atractivo duelo en Berlín, convertido en una pequeña Estambul, con un periodo para cada equipo.

La selección de Países Bajos celebra el gol de Cody Gakpo frente a Rumanía.
GEORGI LICOVSKI

Países Bajos competirá el próximo miércoles contra Inglaterra por un puesto en la final de la Eurocopa, pero sufrió una barbaridad para derrotar a una Turquía dignísima, superior hasta que Arda Güler se agotó y con él su selección replegó demasiado sus filas. Aunque no marcó, también fue determinante la entrada de Weghorst en la segunda mitad. Con su sola presencia, Memphis retrasó su posición y manejó los hilos de los neerlandeses.

Muy activo el ya exrojiblanco, que necesita encontrar equipo que le garantice otro buen contrato. Akaydin adelantó a los otomanos en el primer período, tras nueva asistencia de Güler, pero De Vrij y el pichichi Gapko rubricaron la remontada. Los orgullosos turcos se volcaron al final, pero carecieron de suerte y pegada. Se marchan pero con la cabeza muy alta. Sus partidos son divertidos, lo que ya es mucho en este torneo de nivel ramplón.

Salieron los Países Bajos con la idea de presionar muy alto y someter a los turcos, pero le costó una barbaridad. Koeman insistió en el once que comenzó en octavos ante Rumanía, y enseguida Memphis avisó en una acción muy suya. Se la llevó a trompicones, gracias también a su poderoso tren inferior, pero lanzó alto, cayéndose y en semifallo. En ese comienzo, los medios neerlandeses se imponían, robaban y no dejaban girarse a Arda Güler.

De forma paulatina, sin embargo, el equipo de Vincenzo Montella creció en el primer acto por varias razones. Sobre todo por intensidad, porque la pasión y el esfuerzo no se negocian en esta selección. También porque el pequeño Arda Güler es cosa seria. No ya por el talento, versatilidad y descaro que le adornan, sino por lo que manda sobre sus compañeros. Con solo 19 años, es increíble que el madridista sea el jefe, por encima incluso a la hora de ordenar, colocar y arengar a sus compañeros que el veterano Çalhanoglu.

Güler es cosa fina

Además, Turquía disfruta de centrales aceptables, laterales de largo recorrido, con especial mención a un gladiador por la izquierda como Kadioglu, y arriba tampoco está huérfana. Yilmaz, delantero del Galatasaray, es uno de esos guerrilleros que complican a los defensas porque van a todas y el juventino Yildiz es un futbolista notable. Otro dato no menor: en Turquía corren y se mueven todos sin balón, no la piden al pie. Y a balón parado, con tipos que la ponen como Güler y Çalhanoglu, la amenaza es permanente.

A medida que Koeman se iba desesperando por la falta de cuajo de sus jugadores, por las pérdidas de balón en la salida, los problemas de Memphis para perfilarse o la falta de profundidad en los extremos, Montella animaba a los turcos a adelantar sus líneas. Eran bastante superiores cuando marcaron. Todo empezó con un error grosero de Dumfries, que regaló un córner por pensar que era un saque de puerta. A raíz de ahí, una segunda jugada, un caramelo de Güler y el testarazo inapelable de Akaydin, central del Panathinaikos. Si no era él, tenía a otros dos compañeros para aprovechar las dudas del portero, de los centrales y del propio Dumfries. No se puede defender peor una jugada así.

Koeman introdujo un cambio en el descanso. Fuera Bergwijn, un teórico extremo del Ajax que cada vez se parece más a Memphis porque carece de rapidez para desbordar, y dentro el gigante Weghorst. No es un dechado de virtudes, pero al menos impone el ariete del Hoffenheim. Memphis retrasó su posición para ejercer de enganche, donde se encuentra más cómodo, y hasta de centrocampista. El campo se inclinaba hacia el lado turco cada vez más, pero Güler seguía con su exhibición. Le sacó una amarilla a Aké, que no fue roja porque había otro defensor cerca, al aprovechar un balón peinado y marcharse hasta por velocidad. Luego, lanzó el golpe franco y estrelló el balón en el poste.

Memphis sigue sin marcar y ha hecho una temporada muy gris, con sucesivas bajas, pero sobresalió cuando a los turcos les entró el agotamiento. En la posición de extremo, lanzó un centro magnífico que cabeceó De Vrij sin oposición. Con el viento a favor, Dumfries percutió poco después y entre Gapko y un defensor voltearon el duelo. Pudo y mereció igualar Turquía en el tramo final, pero Países Bajos logró defender el tesoro. Heroico partido en Berlín, una pequeña Estambul.

Así lo hemos contado