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Aya Nakamura, la revancha de la inmigrante

La cantante fue una de los artistas que ha actuado en la ceremonia de los Juegos Olímpicos de París entre críticas y mensajes racistas. 

Aya Nakamura en su actuación en la Ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024
Aya Nakamura en su actuación en la Ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024
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La hija de inmigrantes de Malí criada en un suburbio francés que obtuvo la nacionalidad francesa hace solo unos años no se imaginaba una revancha tan grandiosa frente a los insultos racistas que la persiguen durante su carrera: Aya Nakamura cantó en la apabullante inauguración de los Juegos de París.

Vestida de dorado y acompañada por bailarines y pirotecnia bajo la lluvia, Nakamura interpretó sus éxitos 'Pookie' y 'Djadja' en el Puente de las Artes, acompañada por la Guardia Republicana, que se encargó de abrir el número musical con un pequeño homenaje a Charles Aznavour, antes de la irrupción de la estrella franco-maliense.

"Esto es París, no el mercado de Bamako". La pancarta sostenida por el grupúsculo de ultradaderecha 'Los Nativos' se convirtió en marzo, cuando se rumoreó con su actuación versionando a la leyenda francesa Edith Piaf, en un terremoto político en un país en el que algo más de un tercio de los electores optan por partidos xenófobos.

Si líderes ultras como Marine Le Pen o Éric Zemmour se escandalizaban de que Nakamura, una mujer negra que canta en francés, aunque intercale el inglés en algunas de sus composiciones, pudiese actuar ante los ojos de millones de telespectadores, otros salieron a su defensa.

Comenzando por el presidente francés, Emmanuel Macron, quien se reconoció "chocado por las reacciones racistas" contra la artista nacida en 1995 en Bamako y que, a pesar de criarse en Francia desde pequeña, obtuvo la nacionalidad bien más tarde, entrada la veintena, por ser hija de extranjeros.

"Es hoy una de las grandes figuras francesas y tiene el visto bueno del mundo entero", sostuvo Macron.

La cantante francesa más escuchada en el mundo

Con su provocativo estilo afropop, Nakamura es la cantante francesa más escuchada en el mundo desde hace cinco años y actualmente acumula 7.000 millones de reproducciones de sus músicas.

Autora de cuatro discos, todos ellos publicados por Warner, fue el segundo, titulado 'Nakamura', el que la propulsó a la fama mundial. Con cerca de un millón de ventas en el extranjero, su sencillo 'Djadja' arrasó, siendo número uno en Francia, Países Bajos y Rumanía.

En 2022, la versión en español de ese single, junto con la estrella colombiana Maluma, hizo furor en España, Perú, México, Argentina y Chile, entre otros.

Orgullosa de haberse criado en el Aulnay-sous-Bois, en el empobrecido departamento de Seine-Saint-Denis -el mismo que acogerá emblemáticas pruebas de los Juegos Olímpicos inaugurados hoy-, Nakamura dice que no le queda otra que restringir el número de mensajes que recibe por cuestiones de salud mental.

"Si no, se me habría ido la cabeza, yo no he insultado a mucha gente, pero (sin ese filtro) lo hubiese hecho sin parar", contó en una entrevista la cantante, de 29 años.

Ella explica que por venir de una barriada de Aulnay-sous-Bois su carácter se endureció, al igual que su actitud, que puede resultar arrogante. "Lo puedo parecer por estar muy segura de mí, pero lo asumo, no me interesa agradar a todo el mundo".

Condena por violencia conyugal

Esta reina del 'afrobeat' ha tenido una vida sentimental atribulada. Madre dos veces, a los 20 y 26 años, ha ocupado en más de una vez las portadas por cuestiones ajenas a su música.

En 2022, fue condenada a 10.000 euros de multa por violencia conyugal en 2022 contra Vladimir Boudnikoff, padre de su segunda hija. El mismo proceso, Boudnikoff fue también condenado con 5.000 euros de sanción.

A comienzos de 2024, sufrió un asalto en su domicilio en Rosny-sous-Bois (afueras de París), en el que resultó herido leve su pareja. 

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