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El Andorra, el último asidero del Casademont

Tras caer ante el Burgos y el Valencia, el conjunto aragonés necesita ganar para mantener sus posibilidades.

Dylan Ennis intenta una canasta ante la oposición del defensor del Valencia Basket.
Efe

Sí, es cierto que lo estábamos haciendo muy bien en España y en Europa, que esa tercera plaza en la liga regular cuando el coronavirus lo detuvo todo reunía un mérito extraordinario (16 victorias y siete derrotas). Después nos metimos todos en casita. Todos, menos DJ Seeley y Jason Thompson, que se piraron a Estados Unidos. Luego, en pleno estado de alarma, hubo que regresar a entrenar. Habría fase final, dijo la ACB y confimó Sanidad. Por fin se salió de casita, aunque Fran Vázquez prefirió quedarse en ella, que se está mejor allí, sobre todo en tiempos pandémicos. Así, a la novedosa fase final de Valencia, con formato de concentración, hemos acudido sin Seeley, sin Thompson, sin Fran Vázquez... Muchos sin, muchas bajas. Sí, de acuerdo; pero no. El Casademont perdió ante San Pablo Burgos en la primera jornada (86-92) y volvió a caer ante el Valencia en la segunda fecha (89-71). Ante los levantinos, un diferencial de 18 puntos en un careo que registraba un marcador de 67-67 a falta de unos minutillos. Enciendan la calculadora, por favor. O cojan papel y lapicero. Resten: 89 menos 67, y 71 menos 67. Ojo al dato: un parcial de 22-4 en los últimos cinco minutos. Y 54-26 en el global de la segunda parte. No estamos hablando de baloncesto escolar. Estamos hablando de baloncesto profesional. Huelga más literatura. Es matemática pura. Este no es el Casademont Zaragoza.

En la tercera fecha, hoy el Casademont jugará ante el Morabanc Andorra. El encuentro significa la última oportunidad aragonesa de decir presente en esta fase final. Se volverá a jugar sin público, pero en Zaragoza y en Aragón los aficionados volverán a sentarse delante del televisor para ver a su equipo. Los triples de Benzing, la magia de Alocén, el poderío de Ennis, las ganas de Jaime Pradilla. Sí, Pradilla, el chaval que Fisac puso de titular ante el Valencia y luego se olvidó de él en el resto de la reunión... El Valencia reúne un plantillón, pero Hlinason tuvo que aportar mucho más. Y Brussino. Y Radovic. Qué decir de Barreiro... No han dado un paso al frente los jugadores que deberían haber tomado un rol dominante. Mucho más sin Seeley y el jubilado Fran Vázquez. Solo con Benzing, Alocén y Ennis no se puede ganar. Es imposible. Ni al Valencia, ni al Burgos, ni a nadie. O nos partimos la cara debajo del aro, o no hay nada que hacer.

Hoy aguarda el Andorra, fuerza emergente en la ACB. Igual con Joan Peñarroya que ahora con Ibón Navarro. Hambre en el banquillo y en la pista. Base con criterio y lanzamiento, Hannat. Puntos por fuera, con Jelinek y Todorovic (Dejan, no Marko). Nacho Llovet puede hacer el partido de su vida como no nos pongamos las pilas de verdad debajo del puchero. Equipo serio, con fortalezas. Nada nuevo en una ACB en la que todos aglutinan fortalezas. Más o menos, por dentro o por fuera, pero fortalezas. El Casademont también las tiene y las ha demostrado más y mejor que nadie en relación a su potencial real durante la fase regular. Hoy hay que enseñarlas ante el Andorra. Quedan pocas opciones más: el miércoles ante el Gran Canaria, y el viernes con el Real Madrid. El Andorra representa el último asidero. Si se pierde, el acceso a las semifinales sería quimérico. La temporada de ensueño. La pesadilla del coronavirus. Hay que despertar hoy. De lo contrario, sí, lo hicimos muy bien; pero en la fase final, no...