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¿Y si la gran polémica de la inauguración de los Juegos Olímpicos fuera falsa?

El director de la ceremonia asegura que su fuente de inspiración fue el banquete de las divinidades griegas, retratadas en un cuadro del siglo XVII de Jan Harmensz.

Captura de pantalla de la retransmisión de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos con la 'Ultima Cena alternativa como protagonista
H. A.

¿Y si en realidad se tratara de una falsa polémica? Uno de los momentos más controvertidos de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos fue la interpretación del cantante francés Philippe Katerine, pintado de azul y acompañado por 'drag queens' en una escenografía que parecía una parodia de 'La Última Cena' de Jesús. No obstante, Thomas Jolly, director del desfile de los deportistas por el Sena, ha negado este domingo haberse inspirado de ese icónico momento en la mitología cristiana, versionado en numerosísimas ocasiones en la historia del arte.

"No fue mi inspiración. Creo que resulta bastante claro que se trata de Dioniso y que este llega a la mesa al tratarse del dios griego de la festividad y del vino", así como "el padre de Secuana, que es la diosa vinculada al río Sena", ha explicado Jolly en el plató de BFM TV. Con estas palabras, este director de teatro y ópera francés, especialista en la dramaturgia clásica, ha echado algo de agua al vino de la polémica suscitada desde el viernes por la noche.

El director del arriesgado acto inaugural ha confirmado que, en realidad, halló su inspiración en el cuadro "La fiesta de los dioses" de Jan Harmensz, expuesto en el museo Magnin en Dijon (centro-este de Francia). En esa obra del pintor flamenco, la divinidad coronada en el medio, que muchos confundieron con Jesús, representa a Apolo, una de las principales divinidades griegas. "La idea era hacer una gran fiesta pagana vinculada con los dioses del Olimpo y, por consiguiente, del Olimpismo", ha defendido Jolly, de 42 años.

"Si utilizan nuestro trabajo para generar de nuevo (.) divisiones y odio, (.) sería una lástima", ha dicho este dramaturgo y escenógrafo galardonado en Francia, pero poco conocido hasta ahora a nivel internacional. Debido al momento de la chansonnette de Katerine, pero también por la escena de la decapitación de María Antonieta o la interpretación de la cantante Aya Nakamura con la Guardia Republicana, la ultraderecha criticó con dureza el acto inaugural.

La Iglesia Católica francesa también lamentó "escenas de burla y escarnio del cristianismo". En el caso de España, Javier Tebas, presidente de La Liga de fútbol y votante declarado de Vox, lo calificó de "inaceptable, irrespetuoso, infame", en una publicación en la red social X. Sin embargo, la prensa francesa e internacional elogió mayoritariamente la ceremonia, que tuvo un final para el recuerdo con leyendas del deporte (Rafa Nadal, Nadia Comaneci, Carl Lewis.) llevando la antorcha en una lancha, el encendido de un pebetero con forma de globo aerostático y la interpretación del "Himno al amor" de Piaf por parte de Céline Dion. El Comité Olímpico Internacional afirmó que Jolly no había aportado una piedra, sino "una montaña" al edificio olímpico.