Deportes
Suscríbete

eurocopa-2024. el teatro verde. 10

Todos contra España y su fuego

La selección de Luis de la Fuente ha ganado todos sus partidos y ha demostrado que posee un soberbio bloque capaz de evolucionar con personalidad

Nico maravilló ante Italia con sus internadas y sus disparos.
Nico maravilló ante Italia con sus internadas y sus disparos.
Pablo García/RFEF

‘España, aparta de mí este cáliz’ es un poemario póstumo de uno de los grandes poetas de todos los tiempos: el peruano, el cholo César Vallejo, aquel que anticipó que se moriría en París (no en Berlín) un día de aguacero. «España, aparta de mí este cáliz», podría pensar Luis de la Fuente. Aunque se vino pronto arriba, tras la victoria ante Italia, ahora quizá esté sobrecogido de responsabilidad por haber dicho que juegan mejor que nadie: por los números, por el libreto, por las sensaciones, España es el rival a batir. El adversario al que esperarán ya Georgia, Alemania (que dio una cal y varias de arena, un equipo deslucido, desentonado por más que ensalcemos una y otra a vez al retornado Toni Kroos) y Francia, si todo sigue su curso. España es el único bloque que ganó todos sus partidos y que deja no solo una excelente cuenta de resultados, sino la impresión de que es un bloque cohesionado, alegre, vertiginoso, susceptible de vaciarse y elevarse en diversas suertes.

Las decepciones iniciales son mayúsculas: Francia es Mbappé y poco más, el pulmón oscuro de Kante. En Inglaterra no se salva casi nadie, ni siquiera el Bellingham que había venido a ratificarse con despliegue, sacrificio y goles; el gigantón ha dejado las ideas, la agresividad y el estado de gracia en sus odiseas, quizá le pese el sentido de responsabilidad. Italia, que sobrevive incluso cuando está envuelta en las llamas del infierno, ha resultado más penosa que nada, y Portugal ha corroborado que solo tiene un equipo, que le sobran lentitud y tedio, que carece de ritmo y melodía, y que ni Joao Félix, el estilista sin rasmia, es capaz de levantar su melancolía ante Georgia.

Así las cosas, España no es favorita –no puede serlo: en este torneo de secundarios y terciarios todo es incertidumbre–, solo tiene que ir a lo suyo: jugar y mandar, creérselo desde la humildad, mejorar la defensa, concentrarse y cuidar todos los detalles, acelerar un poco las acciones e irrumpir tanto al contragolpe como en la penetración por las bandas. Por ahora, con Rodrigo de pensador y de director de orquesta, con sus balas de los costados (Nico y Yamal), con la solvencia de Fabián y la puesta a punto paulatina de Pedri, se va en la mejor dirección. Aquí, también aquí, como en la poesía de Antonio Machado, se hace camino al andar.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión