Pep Guardiola construye con el Manchester City la mayor dinastía de la Premier

Cuenta la leyenda que allí por donde pasaba con su caballo Atila, rey de los Hunos, no volvía a crecer la hierba. Algo parecido se puede aplicar a la leyenda de Pep Guardiola en las competiciones ligueras. Con la victoria de este domingo del Manchester City ante el West Ham (3-1), gracias al doblete de Foden y un tanto de Rodrigo, en el Etihad Stadium consiguió su sexta Premier League, la cuarta de manera consecutiva. Algo que ningún equipo en los 136 años de historia del fútbol inglés había logrado hasta ahora.

Liverpool, Arsenal o Huddersfield la ganaron en tres ocasiones consecutivas antes del cambio de formato. Desde que la Premier League existe, solo el Manchester United de Sir Alex Ferguson se ha acercado a esa la marca. En dos etapas diferentes logró ganarla tres veces seguidas, quedandose siempre a las puertas de la cuarta. Ni en España con Messi y el mejor Barça de la historia y tampoco en Alemania con uno de los Bayern de Múnich más aplastantes, pudo ganarla cuatro veces seguidas. Siempre se quedó a las puertas. Desde que en 2008 subiera al primer equipo de Barcelona, ha disputado quince campeonatos ligueros repartidos entre España, Alemania e Inglaterra. Ha ganado doce.

Arteta y Klopp, los únicos que han podido acercarse

El Arsenal vuelve a repetir como subcampeón, pero este año se ha acercado muchísimo más al Manchester City. El equipo de Mikel Arteta llevó hasta la última jornada al equipo Guardiola. Más no ha podido hacer, una victoria y un empate es el saldo de los dos enfrentamientos ligueros de los «gunners». La mejor temporada del Arsenal en sus 130 años de historia no ha sido suficiente para superar al City. La veteranía y el mayor fondo de armario de los «citizens» han decantado el campeonato.

El Liverpool de Klopp y el Arsenal de Arteta son los dos rivales que han intentado competirle la Premier a Guardiola y de ellos solo el alemán, de momento, ha sido capaz de doblegarlo. El Chelsea de Antonio Conte también fue capaz de ganarle la partida al catalán en su primer año al frente del banquillo inglés, pero desde entonces no ha sido rival.

No ha sido ni mucho menos la mejor temporada del City de Guardiola a nivel estadístico. Tampoco ha sido el año de Kevin de Bruyne ni Eerling Haaland, especialmente por culpa de las lesiones. Jugadores como Phil Foden o Julian Álvarez han salido al rescate de los suyos y han cambiado el manto de promesa por el de realidad. La consolidación de Rodri como mejor jugador en su posición, el cambio de esquema en defensa con hasta cuatro centrales y los éxitosos fichajes de Gvardiol, Kovacic y Doku han aupado al City a la excelencia.

Crisis antes de navidades

Probablemente, el peor momento del City fue la mala racha entre noviembre y diciembre. Casi un mes sin ganar, con tres empates y una derrota. Chelsea, Liverpool, Tottenham y Aston Villa le pusieron muy complicada la Premier a los soldados de Guardiola. Esa racha de partidos coincidió con el tramo final de la lesión de Kevin de Bruyne, pieza clave los «skyblues». Además, en la derrota ante el equipo de Unai Emery, Rodri no pudo estar por sanción. Desde entonces, no han vuelto a perder un partido liguero.

Tras ese mal período de resultados, encadenaron citas contra equipos de la parte baja de la tabla en su mayoría. La realidad es que el bloque de Guardiola no ha estado brillante contra sus rivales más directos. En los partidos en los que se han enfrentado a sus tres perseguidores -Arsenal, Liverpool y Aston Villa- solo ha conseguido ganar un partido, ha empatado tres y perdido dos.

También tuvo mucho que ver el regreso de De Bruyne. Con la vuelta del belga al once, los de Guardiola disfrutaron de mucha más llegada. En los ocho primeros partidos, De Bruyne firmó dos goles y siete asistencias. Tras su vuelta a los terrenos de juego, en liga el City consiguió meter casi un gol por partido más que sin él. El promedio del equipo con el belga roza los tres goles por partido (2,7), mientrás que en el intervalo de su lesión, bajó hasta los dos.

Rodri, la extensión de Guardiola sobre el césped

El español ha firmado otra temporada histórica. Venía de ser uno de los mejores jugadores de los «citizens» en la temporada del triplete y en esta ha ido a más. Ha continuado con la racha impresionante de partidos sin perder que empezó en la anterior campaña. Cuando el madrileño ha estado en el verde, el Manchester City no ha caído. Así ha sido en los últimos 44 partidos de Premier con él. Y en los tres duelos en los que Rodri no ha estado, el City sucumbió.

«Es un jugador increíble, actualmente es, de lejos, el mejor centrocampista del mundo. Es capaz de hacer de todo...». Es una de las mil citas que tiene Guardiola hablando de Rodri. El mediocentro es un jugador imprescindible tanto en su club como en la selección. A pesar de ello es un futbolista que no está en el foco mediatico. Ni siquiera ha sido nominado a jugador del año en la Premier, donde si están compañeros suyos como Foden o Haaland. Sin Rodri, seguramente el City no sería lo que es.

El fichaje del español en 2019 cambió la historia del club. Guardiola sabía que Rodri era un jugador de futuro, por eso no dudaron en pagar los 70 millones de cláusula al Atlético de Madrid. El de Sampedor ha tenido cuanto ha pedido. Durante su tiempo en Mánchester, el jeque ha gastado más de 800 millones en traspasos. Algo que siempre ha generado mucha polémica y que puede acabar costándole aún más caro. La noticia de que el club arrastraba hasta 115 cargos por incumplimiento del Fair Play Financiero saltó por los aires el pasado diciembre, cuando el Everton recibió una sanción por un número mucho menor de cargos.

De hecho, hay fecha para el juicio, aunque no se conoce oficialmente. «Ya hay una fecha para el caso», dijo Richard Masters, presidente de la Premier League en enero. «Pero no puedo deciros cuándo es, es confidencial», añadió el directivo. La prensa inglesa calcula que será entre finales de este año y 2025. Veremos si finalmente sancionan a los «citizens» y el legado de Pep Guardiola en Inglaterra acaba en un agujero negro.