Deportes
Suscríbete

Ángel Sanz: "El deporte, cuando es profesional, se aleja del deporte"

Fue jugador profesional de baloncesto, se retiró a los 24 años y se dedicó a las inversiones. Ahora organiza con éxito carreras de obstáculos

Ángel Sanz, en el pabellón Príncipe Felipe.
Ángel Sanz, en el pabellón Príncipe Felipe.
Guillermo Mestre

Fue jugador profesional de baloncesto. ¡Todo un sueño!

Estuve en el Real Madrid, luego me fui a estudiar y a jugar a Estados Unidos. Cuando volví, decidí que el baloncesto no me daba lo que quería.

¿Por qué?

Para mí el deporte, cuando se convierte en profesional, se aleja del deporte. Yo jugaba por pura diversión y decidí que mi camino no era ese.

¿Pero qué pasó?

No me convenció el deporte profesional en sí. Te voy a poner un ejemplo. Jugaba en el junior del Real Madrid y tenía a mi entrenador como una referencia. Luego entras en el vestuario del primer equipo y el entrenador tiene prohibida la entrada. Solo entra cuando los jugadores le dejan entrar. Eso no lo entendía.

¿Cómo se lo tomó su familia?

Tras una reunión con mi representante, le dije a mi padre: «Papá, soy producto». Y me dijo: «Hijo, tú eres imbécil». Dejé el baloncesto y mi padre no me habló en tres meses.

¿Qué pasó con el representante?

Que no te representa a ti. No eres cliente, eres producto. Lo entendí muy rápido. Yo no era tan bueno. Era bueno para ganarme la vida el tiempo que hubiese querido. Pero si no eres Messi, sino un tío de la media, hoy estás aquí, mañana allí, y dependes de la habilidad o la suerte de ese representante. Sentía que entregaba mi alma en un sitio en el que yo no iba a tener el control.

¿Qué consejo da a los niños que sueñan con ser profesionales?

Que tengan opciones. Yo las tuve porque estudié y me pude meter en el mundo de la inversión.

Ese mundo no es mucho más amable que el del deporte...

Bueno, no es tan exclusivo. No te miden cada fin de semana, no tienes a la prensa… Es una vida más tranquila, pero también más aburrida. No es nada sexi.

¿Por eso se sigue dedicando a temas deportivos?

Desde 2013 organizo las Spartan Race, unas carreras de obstáculos que llevamos por todas partes.

Ahí se sufre de lo lindo. ¿Cuál es el atractivo?

Si haces deporte, a veces sufres. ¿Qué es lo que te atrae entonces?

¿Superarte?

Pues eso. En las carreras de Spartan, además, eso se ve muy bien. Son obstáculos que literalmente hay que superar, no se puede ser más evidente. La carrera es la fiesta de fin de curso del año, la experiencia dura meses de motivación, cambio y transformación.

¿El deporte puede cambiar a las personas?

Claro. Es como un cuchillo. Lo puedes usar para untar mantequilla o para atacar a alguien. Además, el deporte es social, permite bajar barreras. No hace falta hablar chino para hacer deporte con un chino. Y el deporte es actitud. Entrenar cuando no te apetece, superarte, enfocarte en el proceso… todo eso es deporte. Vivimos un momento en el que queremos la recompensa inmediata, sin fijarte en el camino. El deporte no es eso.

¿Y puede cambiar el mundo?

Sí, sin duda. El deporte tiene una cosa que solo tiene la música, y es que trabaja desde la emoción, y no al contrario. Lo decía Mandela, que era más listo que nosotros: el deporte tiene la capacidad de cambiar el mundo.

Muchas veces nos quedamos con la frivolidad de los deportistas multimillonarios.

Tienen que ser conscientes de en qué posición están, qué pueden decir, qué tienen que hacer... Pero, dicho esto, es muy difícil que un chaval al que desde los 12 años le dicen que es el mejor del mundo sea capaz de digerir lo que implica. No quiero quitarles responsabilidad, pero el sistema debería ayudar a formar a esos deportistas para que ese impacto que tienen lo canalicen.

Ahí está Rafa Nadal...

Su caso es casi único. No ha seguido ninguno de los parámetros normales del desarrollo de un deportista: siempre en el ámbito familiar y trabajando desde la humildad.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión