Ultimátum para Holt

Stephen Holt no está respondiendo a las expectativas generadas. Y lejos de evolucionar, su rendimiento ha experimentado una sorprendente involución con el discurrir de la temporada. No sólo se han desplomado sus estadísticas. El jugador, víctima de su propia ansiedad, con una desconfianza manifiesta en su juego, también ha rebajado drásticamente su actividad en los entrenamientos. Un cambio de actitud que ya tuvo consecuencias el pasado domingo, en Miribilla, en el partido que enfrentaba a los zaragozanos con el Bilbao. Entonces, el Tecnyconta se presentó a la cita con la ausencia de Henk Norel, su referencia más fiable en el juego interior; mientras que Adas Juskevicius, uno de los mejores tiradores de la plantilla, exhibió un desatino inusual en sus lanzamientos: ni un solo punto en 22 minutos, con cero aciertos en sus seis tiros de campo.

Sin embargo, Stephen Holt permaneció en el banquillo durante todo el encuentro. El entrenador del cuadro aragonés, Andreu Casadevall, prefirió ampliar la rotación del equipo con Jonathan Barreiro y Miki Servera, dos jugadores llamados a desempeñar un papel secundario. Fue un toque de atención para el escolta americano, quien, de no modificar su actitud, podría incluso abandonar el club zaragozano en los próximos días. Más aún cuando la dirección deportiva de la entidad, liderada por Salva Guardia, sigue escarbando en diferentes competiciones europeas para intentar reforzar la plantilla. Pese a sus dificultades financieras, el Tecnyconta persigue la contratación de pívot que aporte consistencia y envergadura bajo los aros; un defensor aguerrido y solvente, muy difícil de superar, que ejerza un importante poder de intimidación en sus adversarios; que rebotee, que tapone y que modifique los tiros del rival.

Además, las urgencias por fichar a un pívot se han acentuado en los últimos días debido a la lesión de Henk Norel. Sobre todo porque Filip Kraljevic, el recambio del holandés, se ha distinguido por su fragilidad defensiva y sus continuas desatenciones. La ausencia de Norel, que podría prolongarse durante dos semanas más, ha mermado el potencial de los aragoneses en la pintura. Y para la incorporación de un nuevo pívot, el club necesitaría liberar una de las 12 fichas de la primera plantilla, que pasaría por la rescisión de contrato de alguno de sus actuales jugadores.

En este sentido, Holt sería el principal candidato para abandonar la plantilla. A su desalentador rendimiento, se une otro factor que sugeriría la salida del americano: el club cuenta en la actualidad con tres escoltas en sus filas –Gecevicius, Juskevicius y el propio Holt–, al márgen de que el canterano Sergi García también puede actuar en esa demarcación. De hecho, ya lo hizo durante algunos minutos en Bilbao, en el partido del pasado domingo, y con muy buenas sensaciones.

De momento, en el club están muy descontentos por la respuesta de Holt en los últimos partidos. Desde la llegada al banquillo de Andreu Casadevall, el equipo se ha distinguido por la implicación de todo el grupo en un proyecto común. El técnico ha dotado a la plantilla de mayor compromiso y constancia, sobre todo en las labores de contención, y no va a permitir la desconexión de ninguno de sus jugadores.