Robinson, fichado

«Es genial ser parte del CAI. Me encanta cómo se siente uno en el pabellón Príncipe Felipe. Para mí es un honor pertenecer a una disciplina como la del CAI Zaragoza. Siempre desde que vine a España y he jugado contra el CAI he querido ser parte de una organización como esta», dijo ayer Jason Robinson, en sus primeras declaraciones como jugador del conjunto aragonés. Robinson le pone apellido al cuarto fichaje del conjunto que gestiona José Luis Abós para el curso 2014-15. Antes habían firmado el base Kevin Lisch, el alero Chris Goulding y el pívot Stevan Jelovac. Junto a Pedro Llompart, Javier Marín, Pere Tomás, Henk Norel, Albert Fontet y Laszlo Dobos constituyen la nómina de jugadores del equipo zaragozano a fecha de 27 de julio. Marín probablemente formará parte de una cesión. Es decir, al menos quedan por llegar un par de jugadores para robustecer las posiciones interiores.

Jason Robinson (1.96, 33 años) ha firmado con el CAI Zaragoza un contrato que lo vincula por una temporada con opción a otra más con el conjunto que preside Reynaldo Benito Ruiz-Tapiador. De esta forma, vivirá en la capital aragonesa su quinto curso en la Liga Endesa ACB, tras haber militado en el CB Valladolid (2010-12), Valencia Basket (desde abril de 2013, 8 partidos) y Gipuzkoa Basket (2013-14). Durante estos cuatro años en la ACB, el jugador ha promediado 11.7 puntos, 4 rebotes y 1.1 asistencias. La última fue su mejor campaña, situándose entre los jugadores más destacados de la competición, con medias muy notables:  17 puntos, 5 rebotes y 2 asistencias en 34 minutos de juego. Números a los que añadió además su designación como jugador de la jornada 24, tras el extraordinario encuentro ante el FC Barcelona en el que anotó 34 puntos para irse a otros tantos de valoración. Sin duda, fue la referencia exterior del conjunto que entrenaba Sito Alonso. 

Antes de enseñar su muñequita linda en la ACB, Robinson acumuló  una dilatada experiencia internacional, tras haber jugado en Portugal, Corea y Argentina. También conoce perfectamente nuestro país, al que llegó por primera vez en 2007 para jugar con La Magia de Huesca el ‘play out’ de la LEB 2. Un año más tarde y tras pasar por la liga coreana se enroló en el Aguas de Valencia Gandía de LEB. Una competición que disputaría también la campaña siguiente en las filas del Baloncesto Melilla, con quien se proclamó campeón de la Copa Príncipe. Ese sería el paso previo a su salto definitivo a la élite de nuestro baloncesto para ser el referente del CB Valladolid y comenzar una nueva etapa por el baloncesto ACB, que tras cuatro campañas le ha llevado a recalar en el CAI, con quien disputará además la Eurocup.El escáner de Willy

Willy Villar, director deportivo del CAI Zaragoza, no dudó en su apuesta ofensiva por Robinson. «Estamos muy contentos de poder incorporar a Robinson ya que es el contrapunto ideal de experiencia y conocimiento de la ACB que necesitábamos (el resto de fichajes de este curso no han jugado en España). Poco hay que añadir acerca de su calidad y ética como jugador, demostrada sobradamente estos años. Además, llega en plena madurez y eso es un valor añadido a sus credenciales», explicó Villar.

El jugador dejó muy clara la ambición con que llega a Zaragoza. «Tenemos que ser competitivos diariamente, tanto en los entrenamientos como en los partidos. Hemos de aspirar a estar entre los ocho mejores de la Liga Endesa y también avanzar lo máximo posible en la Eurocup. Tengo muchas ganas de emprender este desafío jugando en uno de los mejores equipos de España y hacerlo además compitiendo en Europa», reiteró Robinson.

El alero también se atrevió a definirse. «Mi juego es bastante versátil. Siempre he sido un jugador que puede anotar, pero no solo de una forma. Puedo postear, jugar por fuera y tirar tras mover el balón, crearme mis propios tiros… Pero creo que mi mayor contribución a los clubes es mi liderazgo y mi disposición a poner al equipo por delante de mí: juego por y para el equipo siempre», subrayó el francotirador de Washington.

La evocación final se refirió a las especiales sensaciones experimentadas en Zaragoza. «Los recuerdos que tengo de jugar en Zaragoza son increíbles. Los aficionados son excepcionales y me encanta cómo se siente uno en el pabellón. Es genial ser parte de algo así, y estoy seguro de que nos ayudarán en los buenos y en los malos momentos. Aunque espero que haya más buenos que malos», concluyó Robinson.