El empresario de origen paquistaní Kadir Sheikh estuvo ayer de nuevo en Zaragoza y mantuvo su iniciativa de comprar el club. De nuevo no logró su anunciado propósito, pues el grupo empresarial aragonés propietario mantiene su principio de acuerdo con un grupo empresarial mexicano. Kadir fue foco de atención mediática a las 17.00, cuando fue preguntado por los medios a las puertas de una cafetería en la céntrica calle de Costa. Con él estaba el exjugador del Zaragoza Nayim, por quien apuesta como director deportivo, y Javier Laínez, promotor de esta apuesta. Justo a esa misma hora, había programada una concentración ante la sede del club, frente al estadio de La Romareda. Kadir, Nayim y Laínez no llegaron a las puertas del club hasta las 18.30. Grupos de concentrados inicialmente ya se habían marchado, muchos de ellos a las 17.45, para presenciar el encuentro del Mundial entre Brasil y Chile.

La mayoría de los asistentes que permanecieron, alrededor de 300, eran jóvenes de entre 18 y 25 años, algunos con camisetas del Real Zaragoza, aunque también había personas mayores e incluso padres con bebés. Las oficinas del club estaban custodiadas por la Policia. Salvo un momento de abucheos a periodistas, no se produjo ningún incidente y los agentes no tuvieron que intervenir.

Tomó la palabra Javier Laínez para confirmar que no habían comprado el club pese a que habían hecho "lo imposible". Se encontraban junto a él Sixto Genzor y Kadir con toda su familia. Nayim permaneció en este acto en un segundo plano. Luego, reiteró su deseo de poder ayudar al Real Zaragoza y, al igual que el empresario paquistaní, saludó y se fotografió con los hinchas que le saludaban.