La reducción de la brecha entre empresa y Universidad ha influido notablemente en el crecimiento y la variedad de los estudios de posgrado.

El afán por acercar el ejercicio profesional a la vida académica ha sido el origen de numerosos centros de estudios superiores que han confeccionado una oferta formativa adaptada a la demanda del ámbito laboral.

Del mismo modo, las universidades han implantado posgrados al margen de los estudios oficiales que acercan la realidad de sectores estratégicos de la economía a las aulas.

Por todo ello, hoy por hoy los estudios de posgrado se conciben como programas flexibles que se adaptan a distintas necesidades. Así, el abanico es muy amplio y ofrece numerosas opciones en cuanto a duración, horario, contenidos, soporte, idioma y lugar de impartición. Por eso, es recomendable analizar detalladamente las opciones que más interesan y comprobar si se adecúan a cada circunstancia. Los formatos ‘online’ aumentan, mientras que los programas bilingües y los contenidos digitales siguen teniendo gran aceptación.