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¿Por qué no me crece nada en mi huerto urbano?

El cultivo en el hogar es una aventura que demasiadas veces lleva a la frustración. Leemos reportajes de hoteles y restaurantes que disfrutan de sus verduras en la azotea, y nosotros ni cogemos dos tomates en todo un verano. ¿Tan mala mano tenemos para la jardinería?


LUZ


DE 12 A 14 HORAS. Tomás Rodrigo, asesor de Hortals, en Zaragoza, afirma que "si lo que queremos es cultivar tomates, pimientos o berenjenas, necesitamos de 12 a 14 horas de sol directo, para florecer y fructificar con garantías. Sin esa luz, crecerán mucho en altura, pero no florecerán. Hojas verdes y raíces no necesitan tanta luz: se dan mejor lechugas, rúcula, acelga, espinacas, brotes tiernos, zanahorias, chirivías o rabanitos. O culinarias, como cebollino, hierbabuena, orégano, perejil, cilantro...".


ABONO


MÁS ALIMENTO. Según Tomás, "el sustrato es otro factor fundamental, se debe utilizar mantillo o compost orgánico mezclado con el sustrato universal (que tiene menos materia orgánica). Cada nueva temporada se debe reponer el 50% de la tierra de los contenedores y retirar las raíces de cultivos anteriores. Las hortalizas necesitan nutrientes para fructificar y dar generosas cosechas, y no es suficiente con el sustrato. Una vez al mes deberemos abonar en las cantidades y dosis adecuadas.


VIENTO


MUY FUERTE. El hortelano recuerda que "si tenemos el huerto urbano en una zona tan ventosa como es el valle del Ebro tendremos que proteger los cultivos mediante mallas antiviento o setos, debido a que en terrazas en altura o azoteas la fuerza del viento (cierzo) es muy fuerte y muy seco, provocando deshidratación y roturas si los cultivos no están convenientemente regados y protegidos". También puede influir ese viento en la polinización: los insectos se quedarán en zonas más bajas.


MACETAS


MÁS GRANDES. Desde Hortals recomiendan "macetas grandes: para hortalizas es necesario al menos 25 cm de profundidad. Pero lo más importante es que respetemos las distancias en las jardineras, si los tomates o berenjenas se separan en el huerto 60 cm, no podemos plantar en una jardinera de 40 cm de largo tres tomateras. Sí podremos plantar una tomatera y varias lechugas, un perejil y una albahaca. Las lechugas se desarrollarán más rápido y se podrán recoger mientras el tomate crece".


RIEGO


CUIDADO. Tomás incide en que "no todos los cultivos necesitan la misma cantidad de agua, debemos aplicar las dosis adecuadas a las especies y tamaños. Un plantero de tomate en maceta en las primeras semanas necesita agua en pequeñas cantidades todos los días, una vez arraigado y crecido se pueden alternar riegos cada dos días. O una lechuga necesita mucho más agua que una espinaca que no necesita tanta. Las zonas de sombra requerirán menos agua. La aplicación del agua de riego debe ser a la base de la maceta y no en las hojas, regando a primera hora de la mañana o última del día, preferentemente. En terrazas o áticos soleados, durante el verano se requiere riego cada dos días".