El 2012 cierra con la mayor esperanza: el fin del mundo. Para que ocurra ha de desearlo la mayoría absoluta de la población del universo. El fin del mundo es un referéndum muy democrático: un átomo, un voto. De momento no prospera.

El 2012 va entre el wifi y la bici, que tienden a inmaterializar las cosas: aligerar.

El icono es el Ecce Homo. El dolor de Cristo.

Aragón no se jacta de este hallazgo espiritual porque oficialmente nadie admite el éxito de la gente, sus preferencias. Oficialmente la gente no existe. No hay votaciones globales, pero falta menos. Aragón ha dado un goyita humilde, un epígono de los tiempos del retuit. La modestia aragonesa busca la objetividad: la justicia. De ahí los miramientos. Pero este año Cecilia, de Borja, es la autora pop global. Su éxito nos habla también del rescate de las abuelas y los abuelos.

El año en que hasta las personas más reacias se han dado cuenta de la importancia de las redes sociales.

(Post vivo, o medio vivo, en actualización...)

Feliz Navidad entre la bici y el wifi.