Zaragoza sufre un 26% más de reventones en el último año pero avanza en la renovación de la red
Dos de cada tres tuberías son ya de fundición dúctil, un material más resistente y flexible. El fibrocemento pierde terreno, pero sigue representando el 19,8%.
Zaragoza sufrió un 26% más de reventones en 2023. En total tuvieron que repararse 242 tuberías, 50 más que el año anterior, aunque la cifra se mantuvo por debajo de la media del último lustro. El principal culpable hay que buscarlo en las más antiguas, de fibrocemento y hormigón armado, materiales frágiles y obsoletos que siguen presentes en el 24,4% de la red.
Uno de los reventones más sonados fue el de Hernán Cortés, que inundó, hace prácticamente un año, parte del paseo de Pamplona y obligó a desviar varias líneas del bus. La tubería en cuestión tenía más de 75 años, lo que hizo que el Ayuntamiento optase directamente por renovar 175 metros con el objetivo de evitar nuevos problemas a futuro.
Aunque hay averías que pueden resolverse de urgencia en cuestión de días u horas, en este caso se necesitaron varios meses, despertando quejas entre algunos vecinos y comerciantes. Las hay, incluso, que llegan a inundar tiendas y garajes, un problema con el que tuvieron que convivir durante años los residentes y comerciantes de la calle de Mefisto, donde el cambio de las tuberías ha permitido subsanar este tipo de incidencias.
Según datos del área de Infraestructuras, el 66% de la red –unos 855 kilómetros, aproximadamente– es ya de fundición dúctil, una aleación de hierro, carbono y silicio que garantiza una mayor resistencia y flexibilidad que el
resto.De fibrocemento quedan todavía un 19,8%. Cambiarlas es, desde hace años, una prioridad, ya que no solo son más propensas a las roturas, sino que este material –también conocido como uralita o amianto– puede llegar a resultar perjudicial para la salud.
El hormigón armado, presente, sobre todo, en tuberías de gran diámetro cerca de los depósitos, también es un ‘enemigo a batir’. En este caso, el porcentaje es mucho más residual (4,6%), y la idea es que el dato siga reduciéndose con el paso de los años.
En el listado también aparecen un 3,8% hechas de PVC, un 3,6% de polietileno y un 1,6% de fundición gris, un elemento muy utilizado a principios del siglo XX que prácticamente ha desaparecido de la escena urbana.
Las altas temperaturas como las que se están viviendo estas últimas horas disparan el riesgo de rotura, ya que tienden a dilatar los materiales. También suele haber problemas con el frío, convirtiendo los meses de invierno y de verano en los más delicados.
Lo habitual es que la mayoría de los reventones se produzcan por causas propias que van desde no aguantar las cargas, la presión interna o el peso de la tierra, aunque cada año hay episodios relacionados con obras o excavaciones.
Solo hasta abril, último mes del que se tienen datos, se han registrado 79 averías, unas cifras que van en la línea de los últimos ejercicios, según destacan desde el área de Infraestructuras.
Una evolución positiva
Pese al incremento del último año, la progresiva renovación de la red ha hecho que la tendencia sea positiva. En 2016 se contabilizaban 305 reventones en la ciudad, mientras que en 2020, el año en el que estalló la covid-19, fueron 281.En 2021 se alcanzaron los 303 y fue en 2022 cuando se anotó la mayor caída con ‘solo’ 192.
Todas las reformas integrales que se ejecutan desde el Consistorio incluyen ya el cambio de tuberías. Ocurrió, por ejemplo, en la primera fase de la avenida de Cataluña,Concepción Arenal, RamónCelma o la calle de Belchite. Esta misma fórmula se aplicará a la segunda fase de la propia avenida de Cataluña o la de Navarra, lo que permitirá seguir ganándole terreno al fibrocemento.
Actuaciones en marcha
Al margen de estas grandes actuaciones, en el último año y medio se han desarrollado otras de especial envergadura. Entre ellas destacan las del paseo de Sagasta y Arzobispo Morcillo, desarrolladas en dos fases con una inversión total de 1,1 millones de euros. La última, señalan desde Infraestructuras, está ya acabada, mientras que la primera encara "su recta final".
En el caso de Sagasta, la primera fase comenzó hace un año en la intersección con la avenida de Goya y Tenor Fleta, donde hubo que actuar en una tubería de medio metro de diámetro.Empezar por ahí no fue casual, ya que, según recuerdan desde el Consistorio, las roturas que se habían producido en los últimos años habían terminado afectando a la línea del AVE que discurre bajo Goya. "Desde ahí se ha ido avanzando por el bulevar del paseo hasta Cuéllar. Se ha renovado totalmente una tubería de fundición gris de 900 milímetros que había generado numerosos problemas, apostando por otra de fundición dúctil", señalan.
En el caso de Arzobispo Morcillo se cambió una de fundición gris de 750 milímetros y otra más pequeña de fibrocemento, y destaca también el desdoblamiento de la tubería arterial de Santa Isabel-Malpica, presupuestado en 1,7 millones. Actualmente está en ejecución el primer tramo entre Santa Isabel y Nurel, 1,2 kilómetros que, de acuerdo con Infraestructuras, "garantizarán un suministro alternativo a la vieja tubería y mejorarán la garantía de suministro no solo a Malpica, sino a poblaciones como Pastriz, La Puebla deAlfindén, Villanueva o Villamayor".
6,7 kilómetros sustituidos desde 2023
El Ayuntamiento ha renovado 6,7 kilómetros de tuberías en el último año y medio. Cada ejercicio se arañan unas décimas al fibrocemento, aunque la tarea se prevé ardua. Especialmente teniendo en cuenta la extensión de la red: 1.296 kilómetros, de los que 193 corresponden a la llamada red arterial.
El área de Urbanismo e Infraestructuras cuenta con un plurianual específico para este cometido dotado con dos millones al año hasta 2027, asignación que se une a la partida de Conservación y Reparación de la red de agua potable –950.000 euros– y a las actuaciones que se ejecutan dentro de las propias reformas de las calles.
Entre las obras previstas a futuro destaca la tubería de 9,7 kilómetros de Torrecilla de Valmadrid. En este caso, el Consistorio aportará 391.042 euros, mientras que los 344.927 restantes vendrán del convenio que financia la Diputación Provincial.
