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La Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Zaragoza ya es Bien de Interés Cultural Inmaterial

Continúa una larga tradición que se comenzó en el siglo XIX y gozará a partir de ahora de una especial protección 

Salida de los gigantes y cabezudos en la plaza del Pilar por el 25 aniversario de la Comparsa de Zaragoza
Salida de los gigantes y cabezudos en la plaza del Pilar por el 25 aniversario de la Comparsa de Zaragoza
Oliver Duch

Como uno de los elementos más populares y queridos para todos los zaragozanos, la Comparsa de Gigantes, Cabezudos y Caballitos de Zaragoza adquiere un rango mayor al recibir una protección especial que marca la legislación por su valor cultural para los habitantes de la ciudad. Este miércoles, el Consejo de Gobierno del Gobierno de Aragón ha acordado declarar esta tradición como Bien de Interés Cultural Inmaterial.

Tal y como indica la administración autonómica, “La Comparsa es una comitiva municipal de imaginería festiva de carácter lúdico, que hunde sus raíces en las prácticas festivas zaragozanas de la Edad Moderna y que forma parte integral de los festejos de la ciudad". En la actualidad, la Comparsa desfila por las calles de Zaragoza en los días de las Fiestas del Pilar, el Carnaval infantil y el 29 de enero, festividad de San Valero, patrón de la ciudad. También se puede ver en la Cincomarzada o en la Cabalgata de Reyes. "Es una manifestación que ha ido evolucionando a medida que la sociedad lo recreaba y transmitía a cada nueva generación y constituye un símbolo de identidad para los zaragozanos”, señalan.

Tal y como anunció la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, en la última Cincomarzada, el consistorio solicitó el 1 de marzo formalmente este reconocimiento, el de mayor protección que puede recibir según la normativa. El patrimonio cultural aragonés está integrado por todos los bienes materiales e inmateriales relacionados con la historia y la cultura de Aragón que presenten interés antropológico, antrópico, histórico, artístico, arquitectónico, mobiliario, arqueológico, paleontológico, etnológico, científico, lingüístico, documental cinematográfico, bibliográfico o técnico.

La historia de la comparsa

La actual agrupación continúa una larga tradición que comenzó a principios del siglo XIX y que ha ido variando los personajes y su volumen de componentes a lo largo de más de 200 años. Ahora, con 27 figuras (14 gigantes, 11 cabezudos y 2 caballitos), es una de las agrupaciones más grandes de España, con las últimas incorporaciones se produjeron en 2022, cuando en las Fiestas Goyescas salieron por primera vez los personajes de Francisco de Goya y Josefina Bayeu.

Se trata de uno de los elementos que más cariño y simpatía despiertan durante las celebraciones más importantes de la ciudad, con un multitudinario seguimiento infantil, sea cual sea el lugar de Zaragoza donde se presentan para recorrer sus calles.

Las primeras referencias de los personajes que se representaban como gigantes y cabezudos datan de 1807. Eran los miembros de una familia: un padre, una madre y dos hijos, además de cuatro caballos que también los acompañaban. En 1841 existe ya la certeza de que los cuatro gigantes representaban a los continentes Asia, América, Europa y África y formaban grupo con la primera versión del Morico el Berrugón, el Forano y el Tuerto. Estas figuras salían durante la procesión del Corpus Christi, con los gigantes como representación del bien y los cabezudos como representación del mal.

Poco después se produjo una primera evolución relevante, cuando en 1860 Félix Oroz creó unas nuevas comparsas de gigantes y cabezudos para la ciudad con ocho gigantes (La Negra, el Chino, el Duque, la Duquesa, don Quijote, Dulcinea, el Rey y la Reina) y otros tantos cabezudos (El Morico, el Berrugón, el Forano, el Tuerto, el Boticario, el Robaculeros, el Torero y la Forana). Durante la primera mitad del siglo XX aparecieron nuevos personajes como Pascual el Vigilante, y el Mansi, o Sancho Panza, aunque todos ellos desaparecieron.

La siguiente actualización integral data de 1964, cuando Modesto González Latorre se encargó de los nuevos gigantes y Armando Ruiz de los cabezudos, previa quema de las figuras vigentes hasta entonces. A los ocho gigantes se les unieron Gastón de Bearn y la Dama Bearnesa, en los años 80 apareció la Pilara y los gigantes volvieron a renovarse en 1999 a cargo del escultor Francisco Rallo, justo el año en el que el Ayuntamiento de Zaragoza conformó la actual Comparsa. Dos años después la actualización de los cabezudos retomó la imagen que tenían los de los años 60.

El resto de cambios en el siglo XXI han sido la llegada de José de Palafox y Agustina de Aragón a la nómina de gigantes, junto con los últimos Goya y Josefina Bayeu en 2022. En la lista de cabezudos, los últimos han sido el Royo del Rabal y la Cigarrera.

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