Zaragoza
Suscríbete

La razón por la que la jueza aún no ha entregado el cuerpo de la mujer asesinada en Ejea

La autopsia revela que la víctima presenta múltiples golpes en la cabeza, pero falta una prueba importante para concluir el informe.

Matan a una mujer y hieren gravemente a su marido en una tienda de Ejea de los Caballeros
Los especialistas de la Guardia Civil, durante la inspección ocular de la tienda de cuadros de la fallecida, donde se perpetró el crimen.
José Miguel Marco

Este sábado se cumplirá una semana del asesinato de Susana L. V. en Ejea de los Caballeros, pero la jueza que instruye el caso todavía no ha autorizado la entrega del cadáver a la familia. Y no lo ha hecho porque ni el crimen está resuelto ni el informe de la autopsia está acabado

Como establece el protocolo, los forenses del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) examinaron el cuerpo al día siguiente de los hechos, ocurridos sobre las 14.00 del pasado sábado, 6 de julio. Según fuentes próximas al caso, ello habría permitido constatar que fueron los numerosos golpes que recibió, sobre todo en la cabeza, los que provocaron el fallecimiento de la mujer, de 48 años. Parece que incluso pudieron causarle lesiones con algún tipo de herramienta, posiblemente un destornillador. Sin embargo, la necropsia no puede darse por concluida.

Como es habitual en los sumarios por muerte violenta, los forenses habrían tomado todo tipo de muestras para remitirlas a analizar a los laboratorios centrales de Madrid. Sin embargo, parece que no es esto lo que impide entregar el cadáver de la víctima a sus allegados, que aguardan ese momento para celebrar el funeral. En este tipo de investigaciones, la Guardia Civil y los forenses trabajan de la mano. Y unos y otros comparten información para intentar aclarar lo sucedido. De ahí que el interrogatorio del marido de la fallecida, José Francisco A. S., de 49 años, se antoje ahora fundamental para poder completar el informe forense.

Conclusiones definitivas

Los datos que el hombre pueda aportar a los investigadores se sumarán al trabajo llevado a cabo en la sala de autopsias. Una vez analizada y cotejada, esta información debería servir para extraer alguna conclusión definitiva. En cualquier caso, hasta el pasado miércoles, el marido de Susana L. V. permanecía ingresado y bastante sedado en el Hospital Miguel Servet, donde ingresó el sábado con un traumatismo craneal. Y como la jueza ha declarado secreto el sumario, no ha trascendido si la Guardia Civil ha podido hablar finalmente con él.

El delegado del Gobierno en Aragón, Fernando Beltrán, explicó también el miércoles que "se mantienen abiertas todas las líneas de trabajo". Es decir, por ahora la Benemérita no puede descartar absolutamente nada. Ni siquiera que lo ocurrido pueda enmarcarse en un nuevo episodio de violencia de género. "Cuando hay un suceso de esta naturaleza, en principio se barajan lo que se llaman hipótesis principales. Esto es fruto de la inspección ocular, de la primera entrada que se hace al sitio donde ha ocurrido el hecho delictivo. Y en esa primera inspección visual, la hipótesis principal de trabajo no era la violencia de género", señaló el delegado.

Según Beltrán, tras esa primera visita al escenario de los hechos, la tienda de enmarcación de cuadros que regentaba Susana L. V. en la calle de José Sinués y Urbiola, la Benemérita sospechó que el móvil del crimen podría ser económico. "Un ajuste de cuentas, un cobro de deudas… Eso era lo que arrojaba la primera inspección visual", apuntó. Sin embargo, parece que los resultados de la autopsia practicada al día siguiente al cadáver de la víctima en el Instituto de Medicina Legal de Aragón y otras informaciones recopiladas por el equipo de investigación aconsejan ser prudentes. "Ya dijimos que no había descartada ninguna posibilidad. Que todo está abierto", sentenció el delegado.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión