zaragoza
El Actur recicla ya el doble de basura orgánica y la nueva línea de tratamiento estará en 2025
Desde que se implantó el quinto contenedor en marzo en el barrio se han recogido 80.260 kilos de residuos. Las obras en el Ctruz cuestan 11 millones.
80.260 kilos de basura orgánica desde el pasado abril. Es la cifra que han logrado reciclar los vecinos del Actur desde que se implantó en el barrio el quinto contenedor, el doble que los 42.720 kilos del mismo periodo del año anterior. Es, aseguran en el Centro de Tratamiento de Residuos Urbanos de Zaragoza (Ctruz), un material de "extrema calidad", que se utilizará para generar energía y se convertirá en compost que luego se empleará en proyectos como el Bosque de los Zaragozanos y en toda la ciudad. A la par continúan los trabajos para crear una nueva línea en las instalaciones del polígono de La Cartuja que asumirá estas tareas y que estará lista a finales de 2024 o comienzos de 2025.
Las obras, que comenzaron hace unas semanas, suponen una inversión de 11 millones de euros, de los que 4,7 son subvencionados a través de dos ayudas complementarias procedentes del Plan de Transformación, Recuperación y Resiliencia de la Unión Europea. el resto del importe será asumido inicialmente por la concesionaria de la planta de gestión de residuos, la UTE Ebro compuesta por Urbaser y Vertresa. El Ayuntamiento lo sufragará revisando el canon que se abona de forma anual hasta llegar a julio de 2031, cuando se acaba la concesión y las instalaciones pasarán a ser íntegramente de propiedad municipal.
Se trata, para la responsable del Área de Medio Ambiente y Movilidad, Tatiana Gaudes, de la "primera piedra" que permitirá a Zaragoza gestionar sus residuos de la manera más "eficiente". "Queremos que los residuos orgánicos sean tratados excepcionalmente, lo que hará que el compost sea de mucha más calidad para utilizarlo en nuestras zonas verdes", ha resumido la concejala durante una visita a los trabajos, que avanzan según lo previsto para cumplir los plazos.
Permitirá cerrar la nueva línea "el círculo del reciclaje" y que el aprovechamiento de todos los residuos sea "máximo". Mientras, se van desplegando los contenedores marrones en los que los ciudadanos deberán depositar la basura orgánica, junto a las tarjetas que servirán para abrirlos. Ya se ha completado la primera fase, por lo que 475.000 zaragozanos disponen ya de este tipo de depósitos cerca de sus domicilios. En total, se han distribuido 1.083 en los distritos de Actur-Rery Fernando (se apostó por esta zona para empezar porque ya se había llevado a cabo allí con éxito un proyecto piloto), El Rabal, Santa Isabel, Las Fuentes, Casco Histórico, Centro, La Almozara, San José, Torrero-La Paz y Universidad.
El despliegue queda paralizado hasta septiembre, cuando el quinto contenedor llegará al resto de distritos urbanos y barrios rurales, empezando por Delicias y Casablanca la primera semana. "Estamos muy satisfechos con la implantación, consideramos que es un proceso de concienciación muy a largo plazo, pero en el Actur ya hemos duplicado la recogida", ha precisado la edil.
Así será la nueva línea del Ctruz
El proyecto del Ctruz consiste, según indican desde el Ayuntamiento, en la construcción de una nueva nave-foso de recepción de la materia orgánica recogida en los contenedores marrones de la ciudad. Desde allí, el material se traspasará a una zona, también nueva, en la que se someterá a un tratamiento previo antes de llegar a una siguiente fase, en la que se mezclará con vapor de agua para adquirir una determinada temperatura con la que llegará al digestor.
El digestor es un gran cilindro cerrado en el que la materia orgánica realiza un proceso anaeróbico en el que genera gas metano, que se utiliza en la planta para la generación de electricidad. El Ctruz tiene ya un digestor específico (el número 5) que se dedicará expresamente a los restos de materia orgánica.
Después de 20 días, el material va saliendo del digestor, comenzando entonces un proceso de deshidratación y de higienización hasta que el compost generado alcance la nave de maduración. En este punto habrá un muro que separará el compost de calidad procedente del contenedor marrón del resto del material bioestabilizado (que no puede denominarse técnicamente compost) que se obtiene de la basura domiciliaria general. Tras un proceso de afino, el compost se almacenará para su distribución en una nave de acopio en la que finalizará todo el proceso.
