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Declara en el juicio el notario que dio fe del pacto sobre la herencia de la familia Luengo

Ángel Luengo y su mujer, Aurora Sanz, firmaron ante el fedatario zaragozano el acuerdo sucesorio cuya nulidad piden dos hijos y una nieta del empresario que forjó una de las mayores fortunas de Aragón

El juicio se está celebrando en la Ciudad de la Justicia. En la imagen, la agente judicial llama a las distintas partes que acudieron acompañadas por sus respectivos procuradores.
El juicio se está celebrando en la Ciudad de la Justicia. En la imagen, las distintas partes y sus respectivos procuradores.
M. G. C.

La segunda sesión del juicio civil que se celebra en Zaragoza para decidir la nulidad o no del pacto sucesorio firmado por el empresario aragonés Ángel Luengo y su mujer, Aurora Sanz, ha continuado este martes con la declaración de los testigos. En un principio estaba previsto que testificasen veintitrés, pero finalmente lo han hecho solo siete. Entre ellos, tres miembros de la familia Luengo, una persona cercana al matrimonio, dos empleados del Samca y Adolfo Calatayud, notario que llevaba todos los asuntos de Ángel Luengo y por extensión, del grupo empresarial.

El fedatario público es quien autorizó el pacto sucesorio, ahora controvertido y puesto en duda por dos de los hijos y una nieta del empresario, que dejó una de las mayores fortunas de Aragón en manos de dos de sus nietos. Los demandantes acudieron a los tribunales al entender que el acuerdo debería ser declarado nulo porque en aquella fecha, noviembre de 2010, Aurora Sanz, que contaba con 81 años, tenía ya disminuidas sus capacidades y no estaba en condiciones de entender lo que firmaba. Sobre todo, por ser un complejo documento que, además, anulaba su voluntad de decidir en un futuro sobre sus bienes, según se planteó en la demanda.

En el escrito judicial se reprocha que, a pesar de su estado de salud, no se instara su incapacitación, lo que habría supuesto el control judicial y de la Fiscalía, "la salvaguarda de sus derechos y la consiguiente rendición de cuentas". Para los demandantes, la merma de las capacidades de la anciana a partir de diciembre de 2009 -cuando sufrió un accidente de tráfico que la dejó inconsciente-, junto a la "relación de sumisión que la unía a su marido, de personalidad controladora", fruto de un matrimonio "a la antigua" en el que él era quien tomaba todas las decisiones, fueron circunstancias que hicieron posible la firma del susodicho pacto. 

Los demandantes no solo piden la nulidad del contrato sucesorio, sino de la escritura de nombramiento de tutor que se firmó el mismo día ante Adolfo Calatayud y de otras escrituras de autorización o de apoderamiento rubricadas en 2018, 2020 y 2021. 

La enorme capacidad emprendedora del empresario aragonés le llevó a crecer y a diversificar sus inversiones prácticamente en todos los sectores (agricultura, energías renovables, polímeros, infraestructura logística química, textil o promoción inmobiliaria) y convertirse en uno de los grupos industriales más importantes de Aragón. Según la propia web de Samca, las empresas de los Luengo dan trabajo directo a unas 3.500 personas y tienen una facturación anual de unos 1.000 millones.

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