Prisión para tres miembros de la banda latina Black Panther detenidos en Zaragoza
Les atribuye tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas y pertenencia a banda organizada.
La Policía de Zaragoza ha dado un duro golpe a la organización Black Phanter (BP)I, una banda en su origen latino pero que ahora se nutre de jóvenes -mujeres y hombres- de variadas nacionalidades y por eso son consideradas bandas juveniles que se dedican a robos, tráfico de drogas y a fomentar la violencia y la hostilidad contra otros grupos similares.
En la capital aragonesa fueron detenidos el pasado miércoles una docena de presuntos integrantes de los BP, diez de los cuales han pasado hoy a disposición judicial y tres, a petición de la Fiscalía, han sido enviados a prisión. Entre ellos está el considerado cabecilla de la organización en Zaragoza Daniel Francis V. A., así como Brayan G. N. y Pedro Mario F. M. Pero a quien la Policía responsable de este coro de BP es a Jefferson C. M., un tipo con antecedentes que probablemente vive en Colombia y que maneja los hilos desde fuera. También ha sido detenido un hermano de Jefferson. Algunos de ellos han estado implicados en altercados violentos y delitos de lesiones anteriores.
Por el momento, a los arrestados de les atribuyen delitos de tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas y pertenencia a organización criminal. Durante los registros domiciliarios efectuados este miércoles de manera simultánea en varias viviendas la Policía no se incautó de grandes cantidades de droga, unos 30 gramos de cocaína y algo de hachís, pero sí halló una escopeta, machetes y otras armas blancas de las que suelen llevar consigo cuando salen a la calle.
La Brigada de Información de la Jefatura Superior de Policía de Aragón llevaba tiempo investigando la organización de la banda, formada por una estructura interna de tipo jerárquico donde no solo se determinan los cargos y funciones de cada uno de ellos sino también aspectos relativos a la disciplina, castigos y otras cuestiones de orden práctico cuyo cumplimiento se exige a sus miembros, como recogen los investigadores en sus diligencias.
Los Black Panther tienen sus propios símbolos y colores y se dividen por rangos. La "máxima" es el jefe a nivel nacional y por debajo tiene dos lugartenientes. Según el análisis policial, en el caso de que estuvieran organizados a nivel internacional, cosa que en este caso se desconoce, respondería ante la Casa Madre que supuestamente está en Nueva York. El jefe se reúne reuniones de coordinación con los "supremas 18" de cada "bloque" o "capítulo". Uno de estos sería el responsable de la banda en el bloque, es decir, en Zaragoza.
Luego está el "primera estrella de élite" o "17", el "segunda estrella" o "23", el "tercera estrella" o "27", que forman parte del núcleo directivo, Luego, de rango menor, le sigue el que llaman "guerrero universal" a quien se le atribuyen acciones violentas y, luego el "lugarteniente de menores", cuya función sería supervisar a los menores de edad mientras pasan el periodo de observación hasta que son considerados aptos para la banda y convertirse en un "soldado" cuando son miembros de pleno derecho.
Como en organizaciones criminales parecidas, como los Dominican Dont' Play, los menores son valiosos para la banda pues les engargan delitos que implicarían graves condenas en caso de ser cometidos por mayores de edad (tráfico de drogas, agresiones y enfrentamientos con armas, amenazas y acosos a rivales)". Cuando cumplen la mayoría de edad pasan a una situación diferente, de estatus superior.
Normalmente cada grupo tiene una serie de inmuebles en zonas bajo su control que en Zaragoza estarían en el barrio de la Magdalena, al menos uno, otro en la zona de Pignatelli, otro en el barrio de Las Fuentes y otro en la avenida de Cataluña. Los detenidos se han acogido a su derecho a no declarar asistidos por sus abogados Carmen Sánchez, Luis Ángel Marcén, Rocío Notivoli, Marta Aparicio, Alejandro Soteras, Gemma Barriga o Alejandro Jiménez.
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