Zaragoza
Suscríbete

El hombre que mató a otro en Zaragoza de un ladrillazo pide la libertad provisional

En la vista celebrada este jueves su defensa alegó que su estancia en prisión es perjudicial porque podría provocar un retroceso en su recuperación de la adicción a las drogas que arrastra.

El acusado, al fondo de la barra, minutos antes de cometer el crimen.
El acusado, al fondo de la barra, minutos antes de cometer el crimen.
Heraldo

La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Zaragoza celebró este jueves una vista para revisar la situación de prisión provisional en la que se encuentra Javier L. L., el hombre acusado de haber matado en septiembre de 2022 a Sergio C. A. El crimen, supuestamente, lo cometió en la esquina de las calles de Monasterio de Poblet y Juana Ibarbourou del barrio de San José de Zaragoza golpeando a su víctima por detrás en la cabeza con una bolsa que contenía un ladrillo. El agredido murió 21 días después como consecuencia de las lesiones cerebrales.

Javier L. L. fue detenido poco después de su ataque y desde entonces se encuentra preso a la espera de que se celebre el juicio, previsto para septiembre. En él, se le acusará de un delito de asesinato consumado por el que la Fiscalía solicita 20 años de cárcel y la acusación particular, ejercida por la abogada Eva María Parra, 25.

Para poder salir de prisión al menos hasta que deba ponerse delante de un jurado, su defensa, asumida por la letrada Rocío Notivoli, alegó este miércoles motivos médicos. Para ello, presentó un informe elaborado por el psiquiatra del centro penitenciario de Zuera en el que se reconoce que el acusado presenta una minusvalía psíquica y una  politoxicomanía por su consumo de sustancias desde los 17 años que le han provocado un deterioro cognitivo importante. Entiende Notivoli que su permanencia en la cárcel es innecesaria además de perjudicial porque podría provocar un retroceso en su recuperación de la adicción a la droga que arrastra. La acusación particular por su parte solicitó el mantenimiento de la prisión provisional al considerar que no han cambiado las circunstancias que se tuvieron en cuenta en su día para decretarla y lo mismo hizo la Fiscalía.

Javier L. L., de 51 años, y Sergio C. A., de 47, se conocían del barrio. El 6 de septiembre de 2022, sobre las 18.30, se encontraron en un bar y al principio se saludaron amistosamente. En un momento dado, Javier L. L., según relató un testigo, dio unos golpes “flojos” con la palma de la mano en la nuca a Sergio, que reaccionó mal. Le devolvió las dos collejas con más fuerza y lo empujó hacia la puerta del bar para expulsarlo. “Te has pasado, no te he hecho ni lo mínimo, no te dirigiré la palabra en la puta vida”, respondió Javier L. L. mientras se iba.

Dos horas después, cuando Sergio C. A. estaba hablando con un vecino en la calle, según los testigos, Javier L. L. se le acercó por detrás con una bolsa en la que había metido un ladrillo de una obra cercana y le atizó con ella en la cabeza. Cayó al suelo y una ambulancia lo trasladó después inconsciente al hospital Miguel Servet. Sergio C. A. quedó ingresado en la unidad de cuidados intensivos con pronóstico muy grave y acabó falleciendo a las tres semanas.

La abogada de Javier L. L. mantiene que padece una discapacidad y que su actuación se debió a un trastorno mental transitorio por la “repetición del abuso” que reactiva su mente para defenderse de “todo el maltrato recibido desde su infancia”. Así, de manera alternativa a la Fiscalía y la acusación particular, Notivoli plantea que su representado es autor de un delito de homicidio por imprudencia y solicita 3 años y medio de prisión.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión