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El desalojo de 20 okupas de uno de los edificios más conflictivos de Zaragoza tendrá que esperar

El incendio declarado este fin de semana en el inmueble no ha causado daños estructurales, lo que 'ata' de manos a Urbanismo.

Fachada del inmueble afectado, en la calle de Ramón Pignatelli número 76 de Zaragoza.
Fachada del inmueble afectado, en la calle de Ramón Pignatelli número 76 de Zaragoza.
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El incendio declarado el pasado fin de semana en uno de los edificios okupados más conflictivos de Zaragoza no ha causado daños estructurales que permitan instar su inmediato desalojo por riesgo de derrumbe. Así lo han constatado los técnicos del área de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza durante una inspección de urgencia cursada este lunes al número 76 de la calle de Ramón Pignatelli, un inmueble de tres plantas que fue vaciado en 2020 pero ha vuelto a ser allanado por una veintena de sintecho que, de momento, podrán seguir viviendo allí. Aunque, no parece que por mucho tiempo.

Tras un largo y complicado proceso de expropiación, el Consistorio ha conseguido comprar todo el inmueble. Según fuentes oficiales, solo queda pendiente la firma de los documentos que harán que este pase a ser de titularidad municipal. “Y en cuanto el edificio sea nuestro, porque la ley no nos permite hacerlo antes, daremos los pasos necesarios para que la Policía Nacional proceda al desalojo y se tapien los accesos”, adelanta el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano. “Solo pedimos un poco de paciencia a los vecinos, porque son procedimientos tortuosos y parece que no avanzan -añade-. Pero gracias al Plan Especial de Pignatelli estamos haciendo una inversión millonaria para recuperar una zona de la ciudad donde nadie había hecho nunca nada”.

Desde movimientos vecinales como Vive El Gancho alertan de un proceso de ‘reokupación’ e incluso “efecto llamada” en edificios que han sido expropiados por el Ayuntamiento de Zaragoza o están en vías de serlo. “Parece que la gente se está volviendo a meter en ellos para poder negociar mejor su desalojo”, indica Óscar Villanueva, portavoz del colectivo. Y como ejemplo señalan lo ocurrido con el número 6 de la calle de Agustina de Aragón, que ya es de propiedad municipal. Aunque se colocó una puerta antiokupas y se cerró el resto de accesos, una enganche ilegal al tendido eléctrico parece indicar que alguien ha vuelto a vivir allí.

“No nos consta oficialmente que el edificio haya sido okupado de nuevo. Pero de ser así, volveremos a instar su desalojo”, indica el responsable de Urbanismo, quien niega de forma tajante cualquier efecto llamada. “Al contrario. Compramos inmuebles donde había viviendo gente de forma ilegal. Y en cuanto los hemos tapiado, el problema ha desaparecido. Los que siguen okupados son los que no pertenecen al Ayuntamiento”, asegura. Recuerda también que todas las fincas adquiridas se pondrán en manos de la sociedad municipal Zaragoza Vivienda para que promueva pisos de alquiler asequible. "Porque los vecinos ya nos han dicho que no quieren viviendas sociales. Buscan otro perfil de inquilinos que ayude a revitalizar la zona", apostilla Serrano.

12 compras ejecutadas y 11 expropiaciones abiertas

Según fuentes municipales, el Plan Integral de Pignatelli ha permitido ejecutar ya doce compras, todas ellas de solares. Más compleja está resultando la adquisición de otras once fincas del Gancho, donde ha sido necesario recurrir a la expropiación. Seis de estos procesos están en su fase final: entre ellos se incluyen el edificio de Ramón Pignatelli 76, en el que el pasado domingo se declaró el incendio; el número 67 de esta misma calle, desalojado y tapiado de urgencia tras otro fuego que afectó a su estructura en septiembre de 2022; y el de Agustina de Aragón 6, que podría haber sido okupado de nuevo.

Las cinco expropiaciones que parecen haberse atascado afectan a fincas de las calle de Ramón Pignatelli (números 43 y 48); Miguel de Ara (34 y 36); y Agustina de Aragón (26). Se trata de propiedades con muchos propietarios, lo que ha hecho que la tramitación se eternice. En cualquier caso, algunos de estos inmuebles han sido derruidos y en otros ya se han tomado medidas para evitar que sean okupados.

La futura comisaría de la Policía Local, a la espera

Los vecinos agradecen que por fin haya un plan de inversión para resucitar Pignatelli, pero se muestran críticos con algunas de las inversiones y consideran que se deberían revisar las prioridades. Para el concejal del Vox y presidente de la Junta de Distrito del Casco Histórico, Armando Martínez, una de esas prioridades sería la apertura de un cuartel de la Policía Local en la zona. “La iniciativa está pactada con el Partido Popular y cuenta con una partida presupuestaria de 800.000 euros: 300.000 para este ejercicio y otros 500.000 para el próximo”, explica.

Martínez coincide en que las expropiaciones son complejas, por lo que aboga por seguir adoptando otras medidas mientras continúa la compra de fincas para ponerlas a disposición de Zaragoza Vivienda. “Nosotros pensamos que la apertura de una comisaría bien equipada tendría un claro efecto disuasorio y contribuiría a reducir la delincuencia y el trapicheo de drogas. Hemos propuesto posibles ubicaciones, como los bajos de la esquina de Agustina de Aragón con Cerezo, o el edificio de los antiguos almacenes Moncayo en la calle de San Pablo. Pero la pelota está ahora en el tejado de la Policía Local de Zaragoza, que tiene que emitir un informe sobre los posibles usos de cara a definir qué equipamiento se necesita”, indica el edil. En cualquier caso, este recuerda que el compromiso con los populares obliga a que esta comisaría esté acabada “como muy tarde, a finales de 2025”.

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