La barbería zaragozana Tío Jorge aterriza en Romareda: “Es una segunda oportunidad que nos ha dado la vida”
Con este son tres los salones ubicados en la capital aragonesa además de la escuela, situada en avenida de Madrid y reconocida el pasado año como una de las cuatro mejores de España.
Parece que fue ayer cuando un joven Jorge Villarroya Capablo, barbero de profesión, se lanzó a la aventura de abrir su primer establecimiento en la capital aragonesa. Era el año 2015. ¿El lugar elegido? El zaragozano barrio del Actur. Allí comienza la historia de la cadena zaragozana de barberías Tío Jorge que hoy inaugura su tercer salón especializado en caballero, en concreto en la Romareda.
Casi una década después tanto la filosofía como la estética son las mismas. Una barbería al más puro estilo ‘oldschool’, inspirada en los establecimientos de este tipo que se encontraban en América del Norte entre la década de los 20 y los años 50. “Un espacio en el que más que un servicio de barbería pretendemos ofrecer una experiencia”, relata el zaragozano. Y es que esto es algo que, hasta entonces, tan solo se había dirigido al público femenino.
Además, el local elegido, ubicado en el número 10 de la calle Violante de Hungría, hubo antes otra barbería, que contaba con casi cuatro décadas de historia. “Queríamos venir aquí porque se encuentra nuestro público objetivo, caballero de 25 a 55 años, con un estilo más clásico”, especifica.
En cualquiera de sus salones, incluido en el de reciente apertura, el cliente no solo encontrará un buen corte de pelo o de barba. “También puede tomarse una cerveza con su barbero, mantener una charla, recibir un servicio de asesoría y, en definitiva, dedicarse un tiempo para él”, prosigue.
“Desde que abrimos el primer salón tenía claro que quería ofrecer un servicio exclusivo para caballeros, algo que por aquel entonces no existía”, rememora. Su idea de negocio llegó en pleno ‘boom’ de la estética denominada como ‘hipster’, reconocida sobre todo por “esas largas barbas que hoy no se llevan tanto”, admite.
Sin embargo, el autocuidado masculino y el gusto por llevar tanto el pelo como la barba arregladas, como ya vaticinaba en aquel momento el barbero, habían llegado para quedarse: “Ahora son distintos cortes, más cortas y ajustadas a la cara, pero el hombre sigue apostando cada vez más por cuidarse”.
De forma paralela en el año 2020 abrirían la Escuela de barbería Tío Jorge, ubicada en el 35 de avenida Madrid, en un local de más de 400 metros cuadrados, fue reconocida el pasado año como una de las cuatro mejores de España. “De hecho, de aquí han salido varios barberos reconocidos como revelación del año en todo el país”, afirma, orgulloso.
Sin embargo, meses después llegó la pandemia y les obligó, de la noche a la mañana -como a tantos otros- a replanteárselo todo y lanzarse al mundo de la formación ‘online’. “Tuvimos que aprender a hacer las cosas de otra manera”, admite. Afortunadamente, la crisis sanitaria tampoco pudo con ellos.
Una segunda oportunidad
Cuando lo peor parecía haber pasado, en 2021 un nuevo duro golpe afectó a Jorge y toda su familia. De la noche a la mañana el zaragozano sufrió una grave infección que le llevó a vivir casi dos años en el hospital. “Seguía trabajando cada día desde el ordenador, sin descanso; pero hubo un momento en el que me llegué a despedir de mi familia”, relata, emocionado.
Y es que, ahora que lo peor, de verdad, ya ha pasado, inaugurar este nuevo local con el que dan trabajo a tres jóvenes barberos -con una plantilla que ya supera las 14 personas- y contar con una de las escuelas más importantes del país en la que dan formación continuada a 40 jóvenes llegados de toda España se ha convertido en mucho más que un sueño. “Es una segunda oportunidad que nos ha dado la vida”, concluye.
