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Las alfombras florales de Daroca crecen y arropan la salida procesional por el día del Corpus

Centenares de personas se sumaron al recorrido desde la basílica de Santa María hasta la Torreta, en una ceremonia presidida por el nuncio del Papa en España

Las alfombras florales de Daroca crecen y arropan la salida procesional por el día del Corpus
Las alfombras florales de Daroca crecen y arropan la salida procesional por el día del Corpus
J. Z.

La celebración de los actos por el día del Corpus en Daroca ha estado protagonizada este año por la potenciación de las alfombras florales, una tradición local que -junto a otras de distintos puntos de Aragón- han sido reconocidas en 2024 como Bien de Interés Cultural por la Consejería de Cultura de la DGA. En esta ocasión, han sido más de 400 metros lineales de confecciones entre una veintena de paños y 30 cenefas, con el símbolo de los corporales en muchas de ellas y conformadas principalmente por pétalos, pero también por serrín de colores, hiedra y plantas aromáticas, que se han extendido desde la calle Grajera hasta las inmediaciones de la Torreta y a lo que se ha sumado el lanzamiento de hojas de distintas tonalidades desde varias balconadas.

Detrás de la confección han estado tanto la parroquia como la Esclavitud y Damas de los Sagrados Corporales de Daroca y en torno a un centenar de voluntarios que han salido a las calles desde las seis de la mañana para acometer la elaboración, que ha quedado deslucida en algunos puntos por el viento de primera hora. "Este año se ha hecho un esfuerzo muy grande y se necesitaban manos para colaborar. A mi me ha encantado y te quedas muy satisfecha con el resultado tan vistoso", explicaba Dominica Valero, con raíces en Codos, pero asentada en Daroca desde hace más de cuatro décadas. Prueba de ese esfuerzo es que rincones como el entorno de la Torreta, donde se realiza la bendición con el Santísimo Misterio, han contado con adornos por primera vez.

Tras la eucaristía, presidida por el nuncio apostólico del Papa en España, Bernardito Auza, y ya pasado el mediodía, bajo un sol de justicia, la salida procesional de los Sagrados Corporales ha reunido a centenares de personas por la calle Mayor, que este año ha tenido verde y pétalos también de manera excepcional hasta ahora. "No hay un precedente de un despliegue semejante, ahora toca seguir cultivándolo", reconocía Michel García, alcalde del municipio, al que acompañaba, como desde hace justo 60 años, la corporación en pleno de la Diputación de Zaragoza, con su presidente, Juan Antonio Sánchez Quero al frente. Según el primer edil es "el día más importante para la ciudad, sin ninguna duda".

También han estado presentes en la festividad la subdelegada del Gobierno en Aragón, Noelia Herrero; el presidente de Aragón, Jorge Azcón; el vicepresidente, Alejandro Nolasco; los directores generales de Despoblación, Patrimonio y Administración Local, Juan Manuel Hernando, Gloria Pérez y Marina Sevilla respectivamente; el vicepresidente de las Cortes de Aragón, Ramón Celma; los alcaldes de Carboneras y Luchente. Durante el recorrido entre la basílica y la Torreta, con más de veinte grados de temperatura y que se ha prolongado durante casi una hora, once comulgantes han lanzado pétalos en sus canastillas por turnos al paso, bajo palio, del relicario, donde se guarda el paño de los Corporales.

Entre quienes contemplaban las confecciones florales estaban Araceli Velilla y su marido, Rafael Latorre. Él, nacido en Daroca hace 85 años, pero asentado en Tarragona con la familia desde hace décadas, valoraba que "es un día especial y desde antes de la pandemia no habíamos podido venir para esta fecha, que es muy significativa para cualquiera que sea de aquí". Sobre la importancia de esta cita, Mari Carmen Cetina, presidenta de las Damas, subrayaba que "todos los años son especiales, pero este un poco más".

"Se ha añadido mucha emoción y mucho trabajo, pero que hemos hecho muy a gusto, porque nos hemos organizado muy bien. Todo el mundo ha quedado contento de poner las calles bonitas para que el Santísimo Misterio que sale solo una vez al año las tenga engalanadas como se merece", incidía cuando el recorrido pasaba por la puerta alta, antes de salir extramuros.

Una vez en la Torreta, Auza, flanqueado por el arzobispo de Zaragoza, Carlos Escribano, y por el emérito, Manuel Ureña ha mostrado el paño a la multitud congregada bajo el sol, que buscaba las escasas sombras arrojadas por los árboles. Posteriormente, la comitiva ha regresado a la basílica.

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