Zaragoza
Suscríbete

La única Cartuja convertida en pueblo de España retoma por un día la vida monacal

Un centenar de vecinos de La Cartuja Baja de Zaragoza protagoniza la cuarta recreación histórica. 

Recreación de la Fundación de Cartuja, el pasado sábado.
Recreación de la Fundación de Cartuja, el pasado sábado.
Félix Moreno

La única Cartuja convertida en pueblo de España recupera por un día la vida monacal. Al son de música barroca, con bailes y vestimentas del siglo XVII, regresaron del pasado este sábado don Alonso de Funes y Villalpando y doña Jerónima Zaporta para la firma de la dotación económica y las capitulaciones que dieron lugar a La Cartuja de la Inmaculada Concepción. No imaginaban entonces que años después, con la desamortización de Mendizábal, su convento cambiaría el uso religioso por el mundano y se convertiría, en el siglo XXI, en un barrio rural de Zaragoza.

La IV Recreación de la Fundación de la Cartuja de la Inmaculada Concepción refleja el compromiso de los residentes en La Cartuja con su barrio. La participación no ha dejado de crecer, y este pasado sábado, incluyeron como principal novedad un teatro guiñol que acercaba la historia a los más pequeños. Félix Moreno, secretario de la Asociación de Vecinos Jerónima Zaporta, explica que les gusta ir introduciendo cada año novedades en esta actividad, que se impulsó cuando analizan formas de revitalizar el barrio a través de la iniciativa 'Imagina La Cartuja'. 

Niños y mayores, residentes de toda la vida y recién llegados, todos se implican en una celebración, que ha incluido este año charlas sobre la Orden de los Cartujos, talleres sobre la vestimenta, un concierto de música barroca a cargo de 'El mantel de Noa' y una representación teatral, plato fuerte del día, en el marco incomparable del rehabilitado viejo Refectorio al que acudieron más de 200 personas. 

Explica Félix Moreno que el objetivo es "difundir la historia y el patrimonio de La Cartuja fuera"; porque dentro se conoce, y de sobras. Tal es así que cada vez son más los que se visten de cartujos, orgullosos del patrimonio religioso y cultural que atesoran, para darle a la recreación una mayor vistosidad.

Representación teatralizada de la fundación de La Cartuja.
Representación teatralizada de la fundación de La Cartuja.
Félix Moreno

Y es que los vecinos pasan meses preparando este evento. En el taller de confección del grupo de mayores han confeccionado la vestimenta de los niños, y una docena de ellos, con edades que van de los 3 a los 10 años, se ha sumado esta edición al desfile. 

Pocas asociaciones hay tan orgullosas de la historia de su barrio como la de Jerónima Zaporta. La entidad ha sido muy activa en la puesta en marcha de un centro para visitantes en lo que fue la Portería del convento, que permite conocer cómo se levantó La Cartuja de la Inmaculada Concepción y cómo se acabó convirtiendo en pueblo.

Bailes del siglo XVII; en la plaza de España de La Cartuja Baja.
Bailes del siglo XVII, en la plaza de España de La Cartuja Baja.
Félix Moreno

Un grupo de voluntarios se encarga de que el centro de visitantes pueda estar abierto todos los domingo, en horario de 11.00 de 13.30. Atienden a unas 40 o 50 personas por jornada. Cuando se visita el barrio, es parada obligada la panadería, Panificadora Navarro, donde salen a diario 300 barras del antiguo horno de leña que usaron los monjes cartujos en su día.

Si la redacción de la Capitulación y Concordia de la fundación de La Cartuja el 20 de agosto de 1634 fue la fecha clave de la etapa religiosa, en la civil marcó un antes y un después la declaración como Conjunto Histórico Artístico en 1982. Se puso en marcha dos décadas después un millonario plan especial que ha servido para recuperar algunos de los edificios más emblemáticos. La última actuación, la que transformará la Celda del Prior en un centro para el barrio y un albergue para peregrinos, ya ha comenzado. 

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión