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Nace en Zaragoza La Fleur De L'Homme: flores sostenibles y techno a orillas del Ebro

El nuevo comercio ubicado en el barrio del Arrabal de Zaragoza abrió sus puertas el pasado 1 de mayo con un vermú florero.

Nacho Carbonell está al frente de La Fleur De L'Homme, la nueva floristería en el Arrabal de Zaragoza
Nacho Carbonell está al frente de La Fleur De L'Homme, la nueva floristería en el Arrabal de Zaragoza
Camino Ivars

La de Nacho Carbonell es una vida que, sin duda, ha dado para mucho. Y es que a sus 33 años, este zaragozano vecino de Monzalbarba lleva toda la vida reinventándose. De camarero a escaparatista; o de mozo de almacén en un vivero, hasta llegar a lo que realmente le había apasionado siempre: el arte floral. Y plasmarlo en un proyecto propio.

La frase que más se repite entre quienes pasan por delante de la fachada de su nuevo establecimiento La Fleur De L'Homme, a orillas del Ebro, es esa. "Esto no es una floristería, es arte", espeta una vecina mientras aprecia una silla de mimbre ydonde el asiento ha dado paso a una intervención hecha con flores recicladas de colores. Algo tiene que ver que Carbonell se formara en Diseño en la Escuela de Artes de Zaragoza. "No era muy buen estudiante, de hecho tripití segundo y me fui a Londres a cambiar de aires", rememora.

Fue uno de los viajes de su vida, sin embargo, no el definitivo. Tras su paso por Berlín, donde trabajó como auxiliar florista, Carbonell trae a la capital aragonesa, a su casa, tres conceptos fundamentales: flores sostenibles, también para ellos y techno: "En La Fleur De L'Homme queremos reivindicar que las flores son para ellas, pero también para ellos".

En La Fleur De L'Homme queremos reivindicar que las flores son para ellas, pero también para ellos. La flor no tiene género. Es una cuestión cultural que debemos educar"

Traducido en francés como "La flor del hombre" el nombre del negocio busca romper esquemas y desmontar estereotipos, porque como explica el zaragozano, "la flor no tiene género". "Es una cuestión cultural que debemos educar. Una búsqueda de la belleza en la naturaleza que nos enseña mejor que nadie  la diversidad y que cada uno de nosotros somos únicos", expresa.

Todo empezó hace dos años, cuando el joven accedió a una beca Erasmus Plus para ir a Berlín tras formarse como florista. "Iba para unas prácticas de tres meses, y acabé quedándome casi un año por suerte. Tras estar repartiendo flores unas semanas, recayó sobre mí la oportunidad de hacer un ramo para un cliente. Les gusté tanto que acabé formando parte del equipo de Zinnover, una floristería que es un lugar de moda en la ciudad", admite. Un lugar de moda donde, como emula él, combinan flores y techno: "Siempre hay Djs, gente joven, modelos. Todo el mundo quiere ir allí.

Sin embargo, el amor le hizo volver a Zaragoza, donde había dejado a su pareja. "Me di cuenta que quería volver con él, pero quería traer un poco de Zinnover a mi ciudad", relata. Así nace La Fleur De L'Homme. En el interior del local se ve un papel de color blanco y negro que emula al que decora las paredes del establecimiento berlinés. "Los columpios en los que pongo flores son un homenaje a la discoteca más famosa de allí, Berghain", añade.

Tampoco faltan los homenajes a su ciudad, mucho menos en un lugar como el que se ubica, en el número 22 del paseo de la Ribera, con vistas a la basílica del Pilar. "He colocado varios espejos para hacer fotografías artísticas con el templo de fondo", prosigue el florista. Y eso que su idea original era abrir el local en los bajos de la casa de su abuela, en Monzalbarba. "De la noche a la mañana surgió esta oportunidad y no me lo pensé. Adoro este barrio y las vistas son únicas", asegura.

El nuevo comercio ubicado en el barrio del Arrabal de Zaragoza abrió sus puertas el pasado 1 de mayo con un vermú florero
Nacho Carbonell: “Queremos reivindicar que las flores son para ellas, pero también para ellos”.
Camino Ivars

Entre flores secas, disecadas y pintadas, el concepto de Carbonell gira en torno a un concepto claro: la sostenibilidad. De hecho, hay un lineal dedicado al secado de flores y ramos –"que explicaré cómo se lleva a cabo en algunas actividades formativas", explica-, y otro con flores secas y pintadas con diferentes técnicas. También hay flor cortada, como rosas amarillas y calas, y alguna maceta, como la de albahaca que ahuyenta a los mosquitos. Hasta el espejo del baño está rodeado de un marco de flores recicladas.

Vermús floreros y muchas cosas más

Tras semanas de trabajo para poner todo a punto, finalmente el nuevo abrió sus puertas el pasado 1 de mayo con un vermú florero para darse a conocer a todos sus vecinos. "Esos días se sumaron a la semana del Día de la Madre y la Fashion Week, y me junté con más de 300 pedidos casi al mismo tiempo. Una buena forma de abrir", afirma, entre risas.

Otro eslabón fundamental de su proyecto floral tiene que ver con la necesidad de formación continua. "La idea es hacer talleres, invitaremos a maestros floristas y prepararemos formaciones para distintos niveles y públicos", admite el emprendedor. Y no solo eso sino que, además, pretende que cada día 1 del mes haya un evento de bienvenida. "El siguiente será el 1 de junio, el vermú florero VOL.II. Habrá música en directo, arte y flores", asegura.  

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