Italia quiere restaurar la torre de San Antonio y crear un espacio de "reconciliación histórica"
El Ayuntamiento de Zaragoza concede licencia al proyecto básico para mejorar la accesibilidad y reparar daños en el Sacrario Militare.
Guarda los restos de más de 5.000 soldados italianos muertos en la Guerra Civil el Sacrario Militare. Es un cementerio encerrado en una imponente torre de 40 de metros y un blanco inmaculado, la de la Iglesia de San Antonio de Padua de Zaragoza, que necesita reformas. Y en ello trabaja el Gobierno italiano, que ha solicitado al Ayuntamiento, a través del consulado, licencia para un proyecto básico con el que busca arreglar los desperfectos, mejorar la accesibilidad y transformar varias salas en un Espacio de Memoria y de la Reconciliación Histórica. Promovido por el capuchino italiano Pietro de Varzi, capellán de las tropas fascistas, y financiado por las arcas mussolianas, dicen que en el mausoleo reposan los cuerpos de soldados fallecidos de los dos bandos. Los brigadistas son los menos.
En el aspecto técnico, el proyecto básico incluye la restauración de las zonas dañadas, la mejora de la accesibilidad del recinto y mejoras en la prevención de incendios. En el conceptual, poder describir la esencia de la torre-osario, su contenido y su vocación de "ser símbolo de la reconciliación y lugar de la memoria histórica".
La actuación se promueve desde el Comisariado por el Honor de los Caídos en Guerra del Ministerio de la Defensa italiano. Pasó por la dirección general de Patrimonio Cultura de la DGA, que recomendó elevar las barandillas del hueco de la escalera, y las obras comenzarán cuando esté listo el proyecto de ejecución.
Filtraciones y vidrios rotos
El tiempo ha hecho mella en el Sacrario Militare, que se construyó en los años 40 del siglo pasado. En las cubiertas hay filtraciones por los distintos cierres, en el lucernario varios vidrios rotos y el pavimento de la capilla ha quedado dañado por un goteo constante. El informe remitido a Urbanismo revela que hay salitre en el arco del ábside, una fisura longitudinal "de escasa entidad" y se menciona una "fuerte presencia de elementos vegetales y pájaros muertos en las aberturas y las terrazas". Se advierte también que en el jardín han crecido plantas a su libre albedrío, maleza y falta limpieza.
Aunque será el proyecto de ejecución el que detalle las intervenciones, el básico aclara algunas de ellas. En la escalera central, el murete original tiene una altura inferior a la que se exige en la actualidad y genera una sensación de vértigo. Para compensarlo, en la zona interior se incluirán elementos metálicos ligeros de secciones rectangulares.
El torreón-osario tiene un cuerpo central cuadrado que se desarrolla sobre un amplio atrio, la capilla, con entrada antepuesta al altar. A los lados, dos cuerpos adosados de tres plantas anidan en su interior unas escaleras que conectan entre sí en el corredor de la planta segunda y desde allí nace la escalera central en forma de espiral donde yacen los restos de los caídos en nichos comunes y lápidas conmemorativas.
En el ala este, están las cinco salas en las que se ubicará el centro de interpretación. Será un espacio vigilado y con aforo limitado, en el que cuatro espacios serán expositivos y el quinto, audiovisual. El acceso se hará desde el ala oeste, a través de una elegante escalera y un ascensor que se quiere incorporar. Habrá una taquilla y se eliminarán las barreras arquitectónicas.
En noviembre de 2022, Massimo Marchetti, vicecónsul honorario de Italia en Aragón, destacaba el "valor profundo" que tenía para ellos el Sacrario de San Antonio, que albergará un centro de interpretación para conocer la historia del ejército italiano y el papel que jugó.
