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Los vecinos de Balsas de Ebro Viejo, "encantados" con la rehabilitación de sus viviendas que ha mejorado la accesibilidad

Las obras se han llevado a cabo gracias a las ayudas concedidas por el Ayuntamiento que contemplan mejoras de eficiencia energética y accesibilidad y que benefician a un total de 149 viviendas y 286 vecinos en este barrio.

En Valle de Pineta, 19 se ha instalado un ascensor que facilita la accesibilidad de los vecinos al edificio
En Valle de Pineta, 19 se ha instalado un ascensor que facilita la accesibilidad de los vecinos al edificio
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Se encuentran los cinco en el rellano y hablan por turnos para explicar lo "encantados y contentos" que están con la rehabilitación del edificio. Pilar, Manuela, Enrique, Josefina y Silvia son algunos de los vecinos de la calle Valle de Pineta 19, uno de los edificios que se han rehabilitado recientemente en el barrio Balsas de Ebro Viejo gracias a las ayudas a la rehabilitación concedidas por el Ayuntamiento a través de la Sociedad Municipal Zaragoza Vivienda.

Algunos de estos vecinos llevan viviendo aquí desde que se entregaron las llaves hace "más de 50 años" y, al tratarse de un edificio sin ascensor, se encontraban con grandes dificultades para llevar a cabo su vida diaria.

La presidenta de la Asociación de vecinos Balsas de Ebro Viejo, Esther Blasco, señala que el mayor problema que presentan estas comunidades es la accesibilidad, puesto que la mayoría de las personas que viven en estas casas tienen una edad avanzada, que les dificulta el acceder a su casa por las escaleras. Algo que confirman los propios vecinos: "Salir con el carro era imposible y ahora no, me atrevo con el carro y con lo que haga falta"; "todas estas mejoras son muy positivas", declaran.

Gracias a la reforma -que comenzó en enero de 2019 y se prolongó por espacio de cerca de dos años- ahora disponen de un ascensor y un mejor aislamiento térmico, algo que los vecinos han notado porque destacan que estas casas son frías y "se nota mucho cuando sopla el cierzo". Pilar Roche, que vive en el cuarto piso, resalta que en las cinco décadas que lleva aquí debía tener encendida la calefacción todo el día en invierno y dormir con dos mantas. Ahora ha notado que no es necesario abrigarse tanto y ha percibido el ahorro en la calefacción.

Silvia Mariblanca es una de las vecinas más jóvenes del bloque, tiene dos hijos pequeños y antes de la reforma se veía "muy limitada". "Tenía que salir con el carro, los niños, la compra y una vez hasta me caí por las escaleras", explica. Ahora, sin embargo, "puedo salir y tengo más libertad de movimientos".

"Ahora estamos divinamente", apunta Manuela Soriana, que lleva cinco décadas viviendo en el edificio. Un matrimonio, Enrique Letosa y Josefina Rodríguez, llegaron aquí también hace 50 años y dicen sentirse "muy contentos", porque "se nos hacía cada vez más difícil salir a casa y este ascensor nos da media vida", especialmente para ella, operada de las piernas.

Lo único que lamentan son los diversos retrasos que han sufrido las obras por diferentes motivos -uno de ellos, la pandemia- y que "no haya llegado un poquico antes para haberlo disfrutado más años y para que lo vieran los que ya no están con nosotros". "Rehabilitar estas viviendas es la fórmula para evitar la degradación social", asegura Esther Blasco. "La asociación apoya estos proyectos porque pensamos que la rehabilitación integral de edificios es un potente motor de desarrollo económico y social, y seguiremos trabajando para evitar la degradación urbanística y social de Balsas de Ebro Viejo y mejorando la calidad de vida de los vecinos", añade.

Ascensor de nueva construcción accesible para los vecinos de Valle de Pineta, 19
Ascensor de nueva construcción accesible para los vecinos de Valle de Pineta, 19
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Blasco explica que "hay muchas familias que no pueden acceder a sus viviendas y algunas se tienen que ir a un piso de alquiler o a vivir con los hijos a edificios con ascensor y estos los dejan vacíos, lo que supone que se degrade la vivienda, se abandone o incluso que se llegue a ocupar". Por lo tanto, "lo mejor es apoyar la rehabilitación porque mejora el ahorro energético y la accesibilidad". Blasco también destaca que es una zona "con un gran sentido de la pertenencia".

Actualmente, se están restituyendo otros edificios en Balsas de Ebro Viejo como por ejemplo en la calle Peña Oroel 13, donde se está actuando sobre la fachada posterior aportando galerías luminosas orientadas al sur.

Actuaciones para mejorar la calidad de vida

El Consistorio, a través de la Sociedad Municipal Zaragoza Vivienda, ha impulsado la operación mediante el plan de ayudas a la rehabilitación. Actualmente, son 15 las Comunidades de Propietarios que ya tienen ayuda concedida en las convocatorias de 2019 y 2020 para realizar una rehabilitación integral. Esto beneficia a un total de 149 viviendas y 286 vecinos en el barrio. Esto implica que estas comunidades de propietarios han iniciado el proceso de petición, ya que cuentan con el acuerdo de los propietarios y con proyecto o memoria valorada. 

Fuentes del Ayuntamiento destacan también la reducción de emisiones de CO2 que se consigue con la rehabilitación gracias a las mejora de las prestaciones en la envolvente térmica del edificio: incorporación de aislamiento en cubiertas, fachadas, medianeras, cámara sanitaria, cambio de ventanas o doblado de las mismas, sistemas de agua caliente y calefacción comunitaria, instalación de energías renovables y actuaciones para la mejora de la ventilación y el soleamiento.

El Ayuntamiento de Zaragoza ha solicitado 92,8 millones de euros al Gobierno de Aragón para la rehabilitación de barrios con fondos europeos Next Generation. De este cupo, se han pedido 38,7 millones para la rehabilitación de viviendas en Balsas de Ebro Viejo, que beneficiaría a 1507 viviendas y a 3095 habitantes adicionales.

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