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Los hosteleros dicen que "aún hay tiempo" para que remitan los contagios y celebrar las Fiestas del Pilar

El ocio nocturno pide ampliar sus horarios, los peñistas quieren usar sus locales y los floristas se comparan con las Fallas.

Terrazas de la plaza de San Francisco, en Zaragoza
Toni Galán

La apuesta del presidente autonómico, Javier Lambán, por retrasar la celebración de fiestas populares a 2022 cayó este lunes como un jarro de agua fría en los sectores económicos de la capital aragonesa. Los hosteleros recuerdan que debe ser Sanidad y no el líder socialista quien, basándose en criterios objetivos, determine si la evolución de la pandemia permite lanzar el chupinazo. Y aún así, consideran que «aún hay tiempo» para que la situación mejore.

«No se sabe cómo estaremos en quince días o en un mes, parece que las prohíben sin criterio técnico», lamenta Alberto Campuzano, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Salas de Fiesta, Baile y Discotecas de Zaragoza. Asu juicio, la DGA «debería flexibilizar las normas» para el sector hostelero, que reclama más horario de apertura y que tenía puestas buena parte de sus esperanzas de recuperación en las Fiestas del Pilar de este año, tras la cancelación de las de 2020 por la pandemia.

«Comparto con el presidente que lo primero es la salud, pero aún estamos en agosto», recuerda en la misma línea José María Marteles, presidente de la Asociación Cafés y Bares de Zaragoza. «Confío en el departamento de Sanidad, que últimamente lo está haciendo bien», añade, por lo que pide «que sean las cifras y no Lambán quien tome la decisión».

Además del hostelero, numerosos sectores de la ciudad, como el turismo o el comercio, están a la expectativa de la decisión que adopte la DGA en el Consejo Local de Aragón. También floristas, feriantes o peñistas centran el grueso de su actividad en los diez días de octubre señalados en el calendario para las fiestas.

«Un nuevo golpe»

«¿Por qué en Valencia pueden hacer una ofrenda de flores por las Fallas este mes de septiembre y aquí no podemos hacer la del Pilar?», pregunta Rubén Cebollero, presidente de la Asociación de Empresarios Floristas de Aragón. «Se puede organizar de alguna manera, reducida y controlada, sin afrontar un riesgo para la salud», asegura. De lo contrario, la cancelación de las fiestas «sería un nuevo golpe» para un sector que ha sufrido, por ejemplo, la cancelación de eventos básicos para su negocio, como las bodas.

En el caso de los peñistas, su reivindicación viene de lejos, porque mantienen cerrados sus locales desde el inicio de la pandemia. «Se nos está tratando de forma injusta», critica Eva Cerdán, presidenta de Interpeñas. «En casi todos los sectores se han levantado algo las restricciones –continúa–, pero a nosotros no nos han permitido hacer nada desde marzo de 2020».

Cerdán explica que sus locales «no son como los de los pueblos», ya que «están acondicionados, tienen licencia y cumplen todas las medidas de seguridad». De ahí que reclame «el mismo trato» que a la hostelería.