Zaragoza

El acusado de violar a una chica en dos ocasiones dice que hubo consentimiento

La Fiscalía solicita doce años de cárcel para el encausado y una multa por omisión de socorro para un amigo suyo.

Los acusados Darius P. (izquierda) y Vasile B. (derecha) declararon ayer en la Audiencia Provincial.
HERALDO

El acusado de agredir sexualmente dos veces a una joven en la Almozara negó ayer en la Audiencia Provincial su culpabilidad y, aunque reconoció que mantuvo relaciones completas con ella en el piso que comparte con su pareja y su hermano, aseguró que en todo momento fueron consentidas. La Fiscalía pide para él una pena de doce años de prisión por un delito de agresión sexual y otro de lesiones. El procesado, Vasile B., coincidió con la denunciante en la discoteca Bio Bio, en Las Delicias, el 29 de febrero del año pasado. Tras entablar conversación y compartir dos consumiciones, los dos jóvenes se dirigieron al domicilio del acusado cuando cerró el pub.

Según la versión de la chica, este le propuso compartir un taxi hasta sus respectivas casas, ya que pensaba que vivían cerca. Por su parte, el encausado sostuvo que se fueron de la mano, en actitud cariñosa, y que en todo momento quedó claro el destino. «Había gente fuera de la discoteca y todos bromeamos con que ella y yo habíamos ligado. Sus amigos no le dijeron que no viniese conmigo, no le obligué», arguyó Vasile, que tomó camino junto a la joven hacia el parking de La Almozara, lejos del hogar de esta.

Es ahí donde, presuntamente, tuvo lugar la primera de las agresiones sexuales. «Me di cuenta de que no llevaba el móvil en el bolsillo, así que me senté en un banco para mirar el bolso. Él se sentó a mi lado y me mordió el labio. Me agarró del brazo y me llevó a un descampado. Dijo que tenía a cinco chicas trabajando para él, que era una puta y que terminase lo que había empezado», narró la denunciante ante el tribunal. «Primero me tropecé y caí, luego me tiró al suelo, caí de rodillas y me rompió el pantalón y las medias», añadió la joven, que en ese momento, según su versión, sufrió la primera violación.

Fuerte discusión con su novia

La versión del procesado es muy distinta: «Nos sentamos porque le dolían los pies. Nos besamos apasionadamente y nos tocamos mutuamente, pero no tuvimos relaciones. Luego se resbaló, en ningún momento la empujé ni le bajé el pantalón ni las medias».

La joven aseguró que el supuesto agresor la intimidó y la agarró del brazo para que la acompañase a su casa. «En su piso nos encontramos a su novia, que le reprochó haber llevado a una chica. Empezaron a discutir, él le lanzó un cenicero y un cartón de tabaco y ella se fue a trabajar. Me impactó la conversación, si actuaba así con ella, a mí podía pegarme».

Al momento salió de su habitación el hermano de Vasile, que se ofreció a ayudarle a localizar su móvil con una ‘app’, pero Vasile le ordenó que se fuera. No fue el único en aparecer en escena. «Llamó a una persona, a la que dijo que estaba con una chica y que viniese a pasarlo bien. Esa persona resultó ser su amigo Darius, a cuyo hermano conocía», apuntó la joven.

«Incongruencias»

La denunciante intentó entonces «pedir ayuda» desde uno de los móviles que había sobre la mesa, lo que «cabreó» a Vasile. «Me cogió del pelo, intentó que le practicara una felación y me llevó a la habitación, donde me obligó a tener relaciones completas», afirmó. Por su parte, el encausado rehusó estas acusaciones:«En ningún momento intenté introducir mi pene en su boca ni le cogí del pelo. Hubo buen rollo, en ningún momento me pidió que parase ni que me pusiese condón».

A los minutos regresaron al salón, donde estaba Darius P., que se enfrenta a una multa por omisión de socorro y que ayer aseguró que llegó a escuchar «gemidos de placer». También negó haberle dicho «no te hagas la tonta» ni que «todas las mujeres son iguales» y apoyó la declaración de su amigo: «Estaban en actitud cariñosa, se fueron del salón de la mano».

Al poco rato, Vasile salió del domicilio para comprar unas bebidas alcohólicas, coyuntura que habría aprovechado la chica para marcharse y entrar en un negocio cercano, cuyo propietario llamó a la Policía Nacional.

La defensa del acusado, ejercida por el letrado José Luis Melguizo, hizo hincapié en las «incongruencias» entre las declaraciones de la denunciante ante los forenses, la Policía y en la propia sala. También sostuvo que la novia, previendo una infidelidad, invitó a la chica a marcharse del piso con ella, una posibilidad que habría rechazado, y que trató de ayudarle a localizar su móvil mensajeándose con los dueños de la discoteca.

Hoy tendrá lugar una segunda sesión, donde se proyectará una grabación aportada por la acusación particular, representada por la abogada Eva Parra.