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Los vecinos del sector Pignatelli piden coordinación entre las instituciones para acabar con la delincuencia

Delegación y Ayuntamiento se reúnen para plantear acciones de seguridad. Desde Calles Dignas recuerdan que el problema viene de la okupación pero que debe atajarse desde múltiples áreas

Un furgón policial pasa junto a la vivienda donde el domingo se registró el altercado.
Guillermo Mestre

Amanece en la calle de Ramón Pignatelli tras un nuevo altercado. Ya no queda ni rastro de la lluvia de piedras, tejas y hasta cuchillos que tres okupas protagonizaron la mañana anterior desde el tejado de un inmueble de cinco plantas, en el número 67. Sí que resiste todavía algún objeto que acabó en el solar vacío situado justo enfrente. Pese a lo insólita que podría parecer la situación, los vecinos ayer no mostraban extrañeza, tampoco más malestar del habitual. Era el hartazgo el sentimiento que reinaba entre unos ciudadanos que, por desgracia, empiezan a estar acostumbrados a convivir con la delincuencia. Tienen claro que la raíz del problema está en la okupación ilegal de pisos e inmuebles enteros y piden que todas las instituciones actúen de forma coordinada para ponerle solución lo antes posible.

Más allá de un par de improvisados corrillos de personas que durante unos breves minutos hacían alusión al suceso de "película" y algún que otro "esto cada vez está peor", las calles – pese a una alta presencia policial– estaban sumidas en la rutina de un lunes cualquiera. Algunos vecinos preferían, "por miedo", mantenerse al margen de estas conversaciones, pero tras varios años con la misma y creciente problemática, muchos parecían resignarse. "Es lo que hay", lamentaba una mujer, que no quiso dar su nombre, cargada con un carro de la compra.

No obstante, no todos se conforman y son varias las asociaciones que luchan para que la violencia, los robos, las reyertas y los múltiples altercados no se vuelvan endémicos en el Gancho. "La delincuencia viene de la okupación ilegal, no por parte de familias necesitadas sino de delincuentes, que se produce en pisos y edificios abandonados", resumía ayer Isaac García, miembro de Calles Dignas. Por eso, piden a las administraciones que intervengan, en primer lugar, para que las entidades dueñas de los inmuebles se hagan cargo de ellos. "Que les multen o los expropien para hacer vivienda social para jóvenes, mayores o personas con dependencia, que también hace mucha falta", enfatizaba.

Un problema multifactorial

Igualmente, García hizo hincapié en la necesidad de que las instituciones trabajen de manera conjunta y coordinada para trazar un plan de actuación común que sea multifactorial, ya que la degradación de la zona "tiene muchas patas". Por ejemplo, apuntaba, "hace falta incidir en la parte social" e incrementar los servicios de asistencia. Más aún, recalcaba, tras la desaparición del convenio con la asociación Amediar.

En cuanto a la colaboración de las distintas administraciones, precisamente ayer el subdelegado del Gobierno en Zaragoza, Beltrán Blázquez, y los concejales del Ayuntamiento Patricia Cavero y Alfonso Mendoza mantuvieron una reunión en la que abordaron la creciente problemática. También participaron portavoces de la Policía Nacional y Local. Las dos instituciones plantearon una serie de acciones en materia de seguridad, aunque no trascendió si como resultado del encuentro se trazó una hoja de ruta con intervenciones concretas.

Fuentes de Delegación indicaron que "se mantendrá el despliegue policial de las últimas semanas, si bien también es necesario reforzar otras áreas como la limpieza o la intervención de los servicios sociales". Asimismo, desde el Consistorio se trasladó una "disposición total a colaborar, también en materia de seguridad, como se ha venido haciendo con una mayor presencia de la Policía Local o con la inminente instalación de cámaras de vigilancia".

De hecho, el Ayuntamiento presentará hoy el Plan Especial de Protección y Mejora (PEPM) del área Zamoray-Pignatelli. El alcalde, Jorge Azcón, manifestó ayer que el proyecto recogerá nuevas acciones, también en materia urbanística, para acabar con la "degradación" de la zona, que "lleva años", y aseveró que las reivindicaciones de los vecinos "se escuchan y se actúa con más diligencia por parte del gobierno de la ciudad".