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El tráfico en Zaragoza roza ya los niveles prepandemia, pero el transporte público sigue sin remontar

Los desplazamientos a pie, las bicis y los patinetes absorben parte de los viajes que se hacían en bus o tranvía. Tras caer hasta un 91% en abril, la circulación es ahora solo un 7% inferior.

El patinete parece ganar protagonismo en la ciudad, mientras que el transporte público no se recupera del todo.
El patinete parece ganar protagonismo en la ciudad, mientras que el transporte público no se recupera del todo.
Oliver Duch

La movilidad en la ciudad sigue moldeándose al paso de la pandemia. Desde que el coronavirus entró en nuestras vidas, los zaragozanos han ido cambiando tanto la frecuencia de sus desplazamientos como la manera de moverse por Zaragoza. Ahora, pese a que la vida intenta recuperar una relativa normalidad en los centros de estudio y de trabajo, el día al día del transporte en la ciudad sigue distorsionado.

Los datos e indicadores hablan de que a día de hoy el uso del transporte público aún está muy por debajo de lo que era habitual, mientras que el tráfico privado sigue aumentando. De hecho, ya roza los niveles prepandemia. ¿Cómo se está moviendo entonces la gente por Zaragoza? Las estimaciones e impresiones sugieren que está habiendo un mayor uso de bicicletas y patinetes, así como un aumento de los desplazamientos a pie. Además, la pérdida de actividad económica y social (hay menos compras en los comercios, menos reuniones de amigos, menos visitas a familiares, menos ocio en la ciudad, más teletrabajo…) provocan que los zaragozanos se muevan menos por la ciudad en general.

El tráfico privado se recupera poco a poco. La semana pasada, las mediciones del Ayuntamiento señalaban que hubo un 7% menos de movimiento sobre las calzadas de Zaragoza que la semana equivalente de 2019. El 2 de septiembre ese porcentaje era del -8% y el 26 de agosto, del -11%. Hay que tener en cuenta que durante los días de confinamiento más severo (finales de marzo y comienzos de abril) el tráfico llegó a desplomarse un 78%. Desde entonces, la circulación se ha ido recuperando hasta la situación actual, cuando ya se roza los niveles prepandemia.

El transporte público, por su parte, sigue desplomado, con pérdidas de usuarios en el autobús y en el tranvía que rondan el 40% con respecto al año pasado. Aquí la recuperación de viajeros está costando más. El pasado lunes, por ejemplo, el autobús perdía un 37,7% de viajeros con respecto al lunes equivalente del año anterior (192.257 usuarios frente a los 308.440 de 2019). En el caso del tranvía, la caída era del 41,3% (57.983 frente a 98.857).

La tendencia es de recuperación de viajeros (el uso de bus y tranvía llegó a desplomarse un 91% durante el confinamiento), pero esa trayectoria ascendente se ha estancado algo en los dos últimos meses y, desde luego, no ha alcanzado el ritmo del transporte privado. Está por ver si la vuelta a los colegios y universidades supone un estímulo para el sistema público de transporte. Hasta ahora, los datos suponen un mazazo también en el aspecto económico, ya que la pérdida de ingresos puede oscilar este año entre los 18 y los 22 millones de euros.

¿Dónde están los viajeros?

Al igual que pasa con el bus y el tranvía, las empresas concesionarias de alquiler de bicicletas y patinetes siguen en niveles inferiores a los del inicio de la crisis. El servicio Bizi tiene aproximadamente un 35% menos de usos que en febrero, mientras que desde Bird, una de las empresas de alquiler de patinetes que operan en Zaragoza, coinciden en señalar que no han recuperado los usos que tenían –aunque añaden que la distancia de los viajes que se hacen son un 12% más largas y que el tiempo de los trayectos también ha crecido (18%)–.

Entonces, ¿dónde están esos desplazamientos que han perdido las concesionarias? La respuesta parece estar, al menos en parte, en los trayectos a pie, en bicicletas y patinetes privados. Así lo indican las ventas de estos productos, que se han disparado hasta tal punto que pequeños comercios y multinacionales de Zaragoza tienen problemas de abastecimiento.

Javier Tello, de Zaragoza en Bici, cree que "hubo un ‘boom’ de ventas y nuevos usuarios" tras el confinamiento. Eran ciclistas que usaban la bici por ocio, pero Tello cree que "una parte se han quedado con el hábito de ir en bici también para trabajar". Así, observa "más gente en bicicleta", y lo ejemplifica en los problemas que él tiene para dejar su vehículo en los aparcabicis del paseo de Sagasta. "Antes la dejaba sin problema y ahora están llenos", señala.

En cuanto a los patinetes, también se observa más movimiento. Guillermo Royo, de la asociación zaragozana de vehículos eléctricos y de movilidad personal (Azuvemp), cree que "cada vez se ven más". "Ha habido gente que ha probado los patinetes con alguna empresa de alquiler, le ha convencido como opción de transporte y se ha comprado el suyo propio", afirma.

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