Zaragoza
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El pistolero que fue atropellado en Épila por su propia víctima se enfrenta a 16 años de prisión

La Fiscalía lo acusa de tentativa de asesinato, ya que se puso frente al coche y efectuó dos disparos contra el conductor.

Los especialistas de la Benemérita, cuando calculaban la trayectoria de los dos disparos.
Los dos disparos efectuados por el acusado atravesaron el parabrisas del coche de la víctima
Guardia Civil

A Francisco G. E., un vecino de Illueca de 48 años al que su entorno conoce como ‘Ángel’, le costará olvidar lo ocurrido el mediodía del 28 de marzo de 2018 en el Cabezo Ballesteros de Épila. Porque no solo le pasó por encima un coche destrozándole las piernas y la cadera, sino que ahora se enfrenta a una petición de cárcel de 16 años: 14 por tentativa de asesinato y otros dos por tenencia ilícita de armas. Como recuerda la Fiscalía, quien atropelló al acusado fue su propia víctima, contra la que efectuó dos disparos con una pistola a escasos metros de distancia. De hecho, lo único que hizo la persona que estaba sentada al volante del Ford Mondeo fue agacharse para tratar de esquivar las balas y pisar el acelerador para salir huyendo.

Además de Jesús C. H., alias ‘Pedregada’, de 27 años, en el vehículo tiroteado se encontraba un menor ocupando el asiento del copiloto. Como hiciera el primero, el chico, de 16 años, se agachó de forma instintiva. Y gracias a su reacción, uno y otro salieron indemnes, ya que los proyectiles atravesaron el parabrisas: uno quedó incrustado en la goma de la parte superior del volante y el otro nunca llegó a recuperarse. Los expertos de Balística estudiaron la trayectoria de los disparos y piensan que una de las balas salió por la ventanilla del conductor, que en ese momento estaba bajada.

"Temiendo por su vida y por la del menor que lo acompañaba, con la finalidad de ponerse a salvo, Jesús C. H. metió instintivamente una marcha y arrancó el vehículo para huir del lugar, impactando en la huida con el cuerpo de Francisco G. E.", explica el ministerio fiscal en sus conclusiones provisionales de cara a un juicio que se celebrará en la Audiencia de Zaragoza pero para el que todavía no hay fecha. El pistolero se había plantado delante del coche para abrir fuego, por lo que apenas tuvo tiempo para intentar evitar el atropello.

Once días hospitalizado

Como consecuencia de la embestida, el acusado sufrió politraumatismo con fractura de tibia y peroné derechos, fractura de pelvis y fractura de tres metatarsianos del pie izquierdo, lesiones que lo mantuvieron once

días hospitalizado y de las que tardó en recuperarse 206 días. Y la rehabilitación le tocó hacerla en prisión, ya que, al descubrir que antes de víctima había sido verdugo, el juez decretó su ingreso en Zuera, donde a día de hoy continúa.

La Guardia Civil llegó al lugar de los hechos y, al encontrar malherido al encausado, abrió una investigación como si se tratara de un accidente de tráfico seguido de una con fuga del conductor. Los agentes localizaron al día siguiente el vehículo implicado en Alagón cubierto con una manta, lo que les resultó extraño. Pero lo que terminó de levantar sus sospechas es que el turismo presentaba dos impactos en el cristal delantero, justo enfrente del asiento del conductor.

Al interrogar a los dos ocupantes del coche sobre lo ocurrido dieron una versión muy distinta a la que había ofrecido el atropellado. En concreto, Jesús C. H. declaró que estaba enseñando el coche al menor y, de pronto, Francisco J. E. se presentó en el cabezo, sacó una pistola, se puso delante del coche y comenzó a disparar. Añadió que, como tenía el coche en marcha, se agachó, pisó el acelerador y atropelló de forma "accidental" al agresor.

El chico que iba en el asiento del copiloto corroboró esta versión, lo que provocó la inmediata detención del atropellado.

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