Zaragoza

coronavirus en aragón

Los bares y comercios temen que la cuarentena aboque a muchos negocios al cierre definitivo

El sector vive con desesperación e incertidumbre la clausura de los locales por el coronavirus. Consideran que las medidas económicas que anuncian las administraciones son insuficientes.

El restaurante Steak House dona sus alimentos al Refugio.
Oliver Duch

Quienes trabajan en el sector de la hostelería y el comercio –alimentación y medicinas aparte– observan, con una mezcla de "resignación", "incertidumbre" e incluso "desesperación", cómo discurren los días desde que el Gobierno de España decretase el estado de alarma en todo el país y, con ello, el cierre de su fuente de ingresos. Este viernes se cumplen seis días desde que en Zaragoza no se preparan tapas, ni se sirven cañas, ni se venden, entre otros, elementos decorativos o productos textiles. Los afectados por la clausura temporal de estos negocios denuncian que las medidas anunciadas por las administraciones públicas son "insuficientes" y aseguran sentirse "desamparados" ante una crisis que, se prevé, les golpeará sin paliativos.

"Tenemos muchas dudas porque no se sabe cuánto va a durar ni cuál va a ser el impacto económico", explica Luis Femia, gerente de la Asociación de Cafés y Bares de Zaragoza. "Tememos que la reacción del mercado tras la cuarentena sea mala, es una incertidumbre absoluta", lamenta.

Pese a que estos negocios pueden acogerse a los ERTE, y así lo están haciendo, hay multitud de gastos que continúan corriendo y de los que es difícil hacerse cargo con unos ingresos que han desaparecido de un plumazo.

Esta es la situación de Sergio Bretos, presidente de los comerciantes de la avenida de Madrid y dueño de dos tiendas de ropa, pero también la de muchos otros. Según cuenta, la campaña de moda primavera-verano estaba a punto de comenzar y ahora sus locales están llenos de mercancía que no sabe cuándo podrá vender y cuyo pago desconoce cómo podrá asumir. "En el pequeño comercio estamos desamparados", enfatiza Bretos. "El clamor popular es que nos eximan de pagar la cuota de autónomos", resume.

"La situación de los comercios que han cerrado es desesperada", apunta asimismo José Antonio Pueyo, presidente de la Asociación de Empresarios del Comercio y Servicios de Zaragoza (ECOS), que denuncia la "insensibilidad" que, en su opinión, está demostrando el Gobierno central en este asunto. "Todos los funcionarios y diputados están en su casa y cobrando. No es de justicia nuestro olvido", sentencia Pueyo.

Kike Júlvez, dueño de los restaurantes La Bocca, Marengo y Nativo, también considera que el coronavirus va a suponer un duro golpe para el sector. "La situación es dramática –incide–, pero la asumimos con resignación y cogiendo el toro por los cuernos para intentar recuperar la normalidad cuando todo pase". Sin embargo, según lamenta este empresario, hay muchos establecimientos que tras la cuarentena van a encontrarse demasiado mermados económicamente como para continuar: "Estoy convencido de que habrá muchos negocios que no van a poder levantar la persiana".

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