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"Si no me levanto, me remata en el suelo", dice el apuñalado junto a la Casa del Loco

La Audiencia juzgó este miércoles al joven que perforó el pulmón a otro en plena calle Mayor de Zaragoza. El acusado dice que iba bebido y drogado, pero la Fiscalía pide 9 años de cárcel por tentativa de asesinato.

El acusado por el apuñalamiento a las puertas de La Casa del Loco, durante el juicio celebrado en la Audiencia de Zaragoza.
José Miguel Marco

La suerte se alió en la madrugada del 3 de febrero de 2019 con José Daniel G. N., el joven de 19 años al que un policía salvó la vida al colocarle un parche oclusivo en el pecho tras ser apuñalado a las puertas del bar La Casa del Loco, en plena calle Mayor de Zaragoza. Como explicaron este miércoles los forenses durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial contra Francisco José C.C., la víctima sufrió una perforación del pulmón izquierdo que hubiera resultado mortal de no ser por el apósito y la operación de urgencia a la que se sometió en el Servet. De ahí que la Fiscalía acuse ahora al agresor de tentativa de asesinato y pida para él nueve años de prisión.

A punto estuvo el presidente del tribunal de celebrar la vista sin la presencia del acusado, al que se vio obligado a llamar la atención cuando se encaró de forma violenta con los fotógrafos. «Desde pequeño he sido una persona muy impulsiva, pasé un año en el psiquiátrico y estuve tutelado por la DGA», alegaría después, justificando no solo su airada reacción con la prensa al comienzo del juicio, sino también lo sucedido la fatídica noche del apuñalamiento.

"Desde pequeño he sido una persona muy impulsiva, pasé un año en el psiquiátrico y estuve tutelado por la DGA"

El encausado apenas aclaró nada, ya que se negó a contestar a la Fiscalía y aprovechó las preguntas de su abogado, Carlos Castillo, para decir que aquel día llevaba encima un cóctel de alcohol y drogas. Según este, empezó metiéndose un par de rayas de cocaína en el vermú, a las que siguieron, apuntó, siete u ocho botellines de cerveza y tres botellas de whisky.«Bebimos y fumamos toda la noche. Yo iba muy puesto, fue todo pum, pum, pum», es lo más que llegó a decir. Porque ni mencionó la refriega que se produjo en la calle ni mucho menos el momento del apuñalamiento, que tuvo lugar en la calle Diego Dormer.

Lo acorralaron en un callejón

Quien demostró guardar un recuerdo más diáfano de lo ocurrido fue la víctima, quien declaró que regresaba a casa con un amigo cuando vieron que había una pelea junto a La Casa del Loco. «Sebastián –su acompañante– dijo que conocía a uno de los implicados, así que se acercó a ver qué pasaba. Yo me quedé a un lado, sin meterme. Pero alguien sacó una navaja con intención de apuñalar a mi amigo. El arma se le cayó al suelo y yo la recogí», explicó.

Según José Daniel G. N., varios de los participantes en la reyerta se encararon entonces con él, persiguiéndole hasta un callejón en el que lo acorralaron. Finalmente, alguien se le acercó por la espalda y lo apuñaló. «Cuando vi la herida y la sangre pensé, ya está, moriste aquí. Pero saqué fuerzas para intentar buscar refugio en La Casa del Loco. Llegué a caerme, pero me perseguía con la navaja en la mano y sabía que si no me levantaba enseguida me iba a rematar en el suelo», recordó. Afortunadamente, la víctima fue asistida enseguida por los responsables de seguridad del establecimiento, lo que hizo que su agresor y el grupo de amigos que lo acompañaba se diera a la fuga.

Tras ser informado de lo ocurrido, el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional se hizo cargo de las pesquisas. Y, como manifestó ayer su responsable, el herido terminó reconociendo en el hospital que conocía a su agresor por ser vecinos del mismo barrio. Ello agilizó la investigación y permitió detener al acusado ocho días después.Durante el registro de su vivienda, la Policía localizó una cazadora que lo situaba en el lugar de los hechos, ya que las cámaras de La Casa del Loco lo grabaron a las puertas del bar con esa prenda. Ayer, el herido volvió a identificar a «Fran» como su atacante.

Piden procesar a un testigo

En un primer momento, además de al acusado, el Grupo de Homicidios detuvo a dos de sus amigos como cooperadores necesarios. Sin embargo, finalizada la fase de instrucción, la Fiscalía decidió no presentar cargos contra estos dos jóvenes, que ayer comparecieron en el juicio únicamente en calidad de testigos.

«¡Oiga!, usted miente», le advirtió el presidente del tribunal a Santiago L. en un momento del interrogatorio recordándole que por ello podría ser procesado. Lo hizo después de que el joven diera versiones totalmente dispares sobre la navaja que se usó para apuñalar a la víctima.

En la fase de conclusiones, el Ministerio Público decidió rebajar de 10 a 9 la petición de cárcel para Francisco José C.C., al apreciarle la atenuante simple de reparación del daño por adelantar los 6.280 € que se le piden para indemnizar a la víctima. Solicitó también que, en caso de condena, se deduzca falso testimonio a la víctima por sus contradicciones. La defensa propuso la absolución o dos años y medio de cárcel por tentativa de homicidio.