Zaragoza

comarca de las cinco villas

Un taller reproducirá las pinturas románicas que decoraban la iglesia de Urriés

Del 6 al 8 de septiembre, los 24 alumnos participantes pintarán a gran tamaño las obras que se trasladaron hace años al Museo Diocesano de Jaca.

Los vecinos asistieron a la inauguración de la exposición en la sala del Calabozo de Urriés.
N.B.

La localidad cincovillesa de Urriés es el lugar elegido para desarrollar del 6 al 8 de septiembre la vigésimo cuarta edición del Taller de Pintura al Fresco que organiza la Asociación Sancho Ramírez, en colaboración con el Museo Diocesano de Jaca. La actividad de este año se iniciará en Jaca el 6 de septiembre, para trasladarse, los dos siguientes días al municipio urriesino, donde los 24 alumnos participantes reproducirán las pinturas románicas que hace unos años decoraban la iglesia de San Esteban Protomártir de Urriés, que ahora están en el Museo Diocesano de Jaca.

Será una cita curiosa, ya que los alumnos reproducirán las imágenes a gran tamaño, como si nunca se hubiesen ido de los muros del templo. "Será una jornada muy emotiva, para el recuerdo de muchos y para el conocimiento de los que nunca las vieron en su lugar original, en la iglesia", indica el alcalde del municipio, Armando Soria.

Este año, la organización ha destacado que el curso requiere de conocimiento, por eso se exige que los participantes ya hayan asistido a algún otro curso de los que anualmente organizan. El primer día, 6 de septiembre, dedicará a los aspectos teóricos, para continuar, ya en Urriés, al día siguiente, dando nuevamente vida a las pinturas.

Un total de 24 participantes podrán realizar este taller que, de paso, llenará de actividades la localidad cincovillesa, ya que sus participantes pernoctan allí y podrán convivir y aprender de sus pinturas gracias a las opiniones de los propios vecinos.

"Este taller es el más importante de los que se van a realizar este año en la localidad" y no solo "porque da mucha visibilidad al municipio", sino porque se va a "recuperar" una parte de la historia, patrimonio y sentimiento de Urriés.

"Carga emocional añadida"

De paso, los vecinos y visitantes "podrán acercarse a un arte muy diferente al que estamos acostumbrados a ver, ya que las pinturas al fresco requieren de una técnica distinta a la de un cuadro convencional", indica Soria. Además, es un modo de volver al pasado. "En mi generación quizá ves simplemente el patrimonio que se fue, pero aquellos vecinos que conocieron las pinturas en la iglesia y vieron cómo las arrancaban y se las llevaban, tiene una carga emocional añadida importante que, en parte, se podrá paliar al volverlas al ver repintadas y en su lugar gracias a esta iniciativa", concluye Soria.